ABC.- El tenista alemán detuvo el choque con el italiano Jannik Sinner después de que un aficionado gritase una controvertida estrofa del que fuera himno oficial de su país durante el Tercer Reich
La historia del himno oficial de Alemania, como el de tantos otros países, es compleja. El origen del ‘Deutschlandlied’ (Canción de Alemania) data de 1841, cuando el lingüista y poeta August Heinrich Hoffmann von Fallersleben escribió sus tres estrofas adaptándolas a la melodía de la ‘Kaiserlied’ (Canción del emperador), compuesta por Joseph Haydn en 1797. Sin embargo, no se convirtió en himno de Alemania hasta 1922, durante la República de Weimar. Desde entonces el país germano ha modelado su oficialidad en varias ocasiones, destacando una estrofa concreta u otra según el momento político que atravesara.
En la actualidad solo la tercera estrofa, que se centra en la ‘unidad, justicia y libertad’, es considerada oficialmente como himno nacional de Alemania. Las dos primeras son aceptadas por la ley, pero no forman parte de la canción nacional en las ceremonias oficiales.
La segunda perdió su oficialidad por centrarse en las mujeres y el vino alemanes, mientras que la primera siempre generó controversia tras el período nacionalsocialista del país (1933-1945). Compuesta en el siglo XIX para exaltar la unidad nacional por encima de divisiones administrativas y territoriales, fue ampliamente explotada por el nazismo, que destacó siempre su primera frase ‘Deutschland, Deutschland über alles‘ (Alemania, Alemania por encima de todo) para enmarcar sus anhelos supremacistas, tanto territoriales como de raza. Los nazis, de hecho, entonaban únicamente la primera estrofa, seguida por el ‘Horst Wessel Lied’, el himno del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).
«¡Es inaceptable!»
Una vez conocidos estos detalles y teniendo en cuenta la profunda conciencia alemana de su propia historia se entiende mucho mejor el tremendo enfado que provocó a Alexander Zverev un chocante grito procedente de la grada de Nueva York.
«¡No, no, no! Acaba de decir la frase de Hitler más famosa que hay en el mundo. ¡Es inaceptable, es increíble!», se quejó amargamente el tenista alemán al juez de silla. El choque ante el italiano Jannik Sinner, en el marco de los octavos de final del US Open, cuarto Grand Slam del año, marchaba 6-4, 3-6, 6-2 y 2-2, cuando en la grada pudo escucharse claramente lo que pretendía ser un grito de ánimo hacia el teutón antes de un servicio: ‘¡Deutschland über alles!’.
Ante la denuncia de un irritado Zverev el juez de silla trató de identificar al aficionado que profirió ese grito. «¿Quién ha sido el listo que ha dicho la frase? Pon la mano arriba», exigió. Nadie confesó, pero finalmente otros espectadores señalaron al culpable, que fue expulsado inmediatamente por la seguridad del recinto.
En la actualidad solo la tercera estrofa, que se centra en la ‘unidad, justicia y libertad’, es considerada oficialmente como himno nacional de Alemania. Las dos primeras son aceptadas por la ley, pero no forman parte de la canción nacional en las ceremonias oficiales.
La segunda perdió su oficialidad por centrarse en las mujeres y el vino alemanes, mientras que la primera siempre generó controversia tras el período nacionalsocialista del país (1933-1945). Compuesta en el siglo XIX para exaltar la unidad nacional por encima de divisiones administrativas y territoriales, fue ampliamente explotada por el nazismo, que destacó siempre su primera frase ‘Deutschland, Deutschland über alles‘ (Alemania, Alemania por encima de todo) para enmarcar sus anhelos supremacistas, tanto territoriales como de raza. Los nazis, de hecho, entonaban únicamente la primera estrofa, seguida por el ‘Horst Wessel Lied’, el himno del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).
«¡Es inaceptable!»
Una vez conocidos estos detalles y teniendo en cuenta la profunda conciencia alemana de su propia historia se entiende mucho mejor el tremendo enfado que provocó a Alexander Zverev un chocante grito procedente de la grada de Nueva York.
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«¡No, no, no! Acaba de decir la frase de Hitler más famosa que hay en el mundo. ¡Es inaceptable, es increíble!», se quejó amargamente el tenista alemán al juez de silla. El choque ante el italiano Jannik Sinner, en el marco de los octavos de final del US Open, cuarto Grand Slam del año, marchaba 6-4, 3-6, 6-2 y 2-2, cuando en la grada pudo escucharse claramente lo que pretendía ser un grito de ánimo hacia el teutón antes de un servicio: ‘¡Deutschland über alles!’.
Ante la denuncia de un irritado Zverev el juez de silla trató de identificar al aficionado que profirió ese grito. «¿Quién ha sido el listo que ha dicho la frase? Pon la mano arriba», exigió. Nadie confesó, pero finalmente otros espectadores señalaron al culpable, que fue expulsado inmediatamente por la seguridad del recinto.
«Empezó a cantar el himno de Hitler. Fue demasiado. Como alemán no estoy orgulloso de esa historia y no considero correcto hacer eso. Estaba sentado en primera fila, así que mucha gente lo oyó. Si yo no hubiera reaccionado habría estado mal por mi parte», afirmó Zverev después del encuentro.
El alemán explicó ante la prensa que le «encanta cuando los aficionados son activos y hacen ruido», pero consideró que lo que había sucedido en la grada de Nueva York era «demasiado».
Alexander Zverev será el próximo rival del español Carlos Alcaraz en el torneo estadounidense después de lograr deshacerse de Sinner en octavos de final.