Solo el 14% de los escolares con TEA quedan con amigos fuera de la escuela

La Vanguardia.- Solo el 14% de los escolares con trastorno del espectro del autismo (TEA) realizan actividades de ocio con compañeros no relacionadas con el centro educativo.

Así lo apuntó este jueves la directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, en la 5ª conferencia sobre autismo y educación celebrada hoy en una sede del Ministerio de Educación y Formación Profesional en Madrid.

Según la experta, “la mayor parte de la participación de los alumnos con TEA se lleva a cabo en actividades promovidas por el propio centro”, como excursiones o fiestas escolares. En estos casos, la participación es “casi similar a la del alumnado general”, con un 86% y un 77%, respectivamente.

La situación cambia cuando se trata de “actividades de ocio que dependen de relaciones sociales significativas”, explicó, como acudir a cumpleaños o quedar con amigos fuera de clase. Solo un 14% de los alumnos con TEA disfrutan de este tipo de ocio, recalcó Vidriales.

Estos datos proceden del estudio sobre la Situación del Alumnado con TEA en España elaborado por la federación, y se refieren al curso 2020-0221.

Realizada a partir de las respuestas de 229 alumnos con TEA (263 chicos y 36 chicas), 442 familiares (88 hombres y 354 mujeres) y 471 profesionales de la educación de centros ordinarios (públicos y privados) y de educación especial, la investigación señala además que casi la mitad de estos alumnos (un 43%) pasan el recreo solos. “Otro dato preocupante” es, según Vidriales, que el 40% no realizan trabajos en grupo.

A su juicio, “más allá de la parte puramente académica y que cuenta para la evaluación, se está privando a muchos alumnos de importantes aprendizajes sociales”. En este sentido, defendió que “se debe hacer más para fomentar la participación social” de estos alumnos y advirtió del error que implica “atribuir el aislamiento que sufren a una falta de interés o a su propia predisposición”.

ACOSO ESCOLAR

Casi un 12% de los alumnos con TEA reporta casos confirmados de ‘bullyng’, por lo que la probabilidad de sufrir este maltrato resulta entre 2 y 4 veces mayor para este grupo en comparación con la población estudiantil general.

Por otro lado, un 33,5% de los encuestados afirman que no saben si sufren o no acoso escolar. “No son capaces de identificar si sus compañeros les insultan, hablan mal de ellos o les aíslan”. Esta dificultad para identificar el acoso “resulta más acusada entre las chicas”, agregó Vidriales.

AUMENTO

La investigación revela que el alumnado diagnosticado con TEA se ha incrementado en más de un 200% en la última década. En el curso 2020-2021, había más de 60.000 alumnos, la mayoría en educación ordinaria (80%).

En opinión de Vidriales, los datos indican que “cada vez se diagnostica antes y mejor a los niños con TEA”, lo que “resulta esencial” a la hora de iniciar una atención temprana y de prestarles los apoyos que necesitan.

Sin embargo, destacó que la mayoría de ellos están escolarizados en Infantil y Primaria, “pero las cifras descienden en Secundaria y casi desaparecen en la educación posobligatoria» (Bachillerato, FP y Universidad).

“Esto no significa que no existan”, apuntó, pero “debemos trabajar más para localizarlos y también analizar qué apoyos necesitan y les están faltando de cara a su progreso académico».

Asimismo, Vidriales subrayó la mayor dificultad a la hora de detectar el TEA entre las chicas, que “han aumentado en menor medida que sus compañeros”. “Posiblemente enmascaran mejor las características del TEA y pasan desapercibidas”, avanzó.

VALORACIÓN

“La buena noticia es que el 70% de los alumnos con TEA se sienten muy satisfechos con sus escuelas», aunque “también hay un 30% que no lo están”. “Lo que más les gusta es el recreo, el comedor, sus profesores y sus compañeros”, prosiguió, “y lo que menos, los deberes y tener que estudiar las asignaturas”. “Exactamente igual al resto de compañeros, recalcó.

Además, el 89% del alumnado piensa que ir al colegio o al instituto les sirve para relacionarse con personas de su edad, y el 74% para aprender sobre lo que les gusta.

Con todo, Vidriales advirtió que “siguen existiendo barreras» en la accesibilidad de los espacios, los contenidos académicos y los métodos de enseñanza y de evaluación. Entre el 25 y el 40% de estos estudiantes afirman que no entienden las preguntas de los exámenes, dijo a modo de ejemplo.

El exceso de ruidos y de otros estímulos sensoriales y la falta de planificación son dificultades apuntadas por los alumnos, agregó.

Por su parte, los docentes señalaron la falta de tiempo para prestar apoyos y una insuficiente preparación específica.