Levante-EMV.- Desde CLGS reclaman que se activen más servicio de atención a las víctimas de la lgtbifobia en la comarca.
La asociación que representa al colectivo LGTBI en la comarca de la Safor (CLGS) ha mostrado su preocupación ante los crecientes ataques que en los últimos meses están sufriendo personas que forman parte del colectivo.
La entidad ha denunciado haber recibido hasta ocho casos de presunta LGBTIfobia en los últimos dos años. Uno de los más recientes, que, según indican, está pendiente de juicio, ocurrió en Oliva a finales del pasado mes de agosto cuando la familia de un hombre gay de la localidad amenazó a su compañero -que era socio de CLGS-, de muerte al grito de «Maricón de mierda si te vuelvo a ver aquí te mato». La persona, según denuncian desde CLGS, sufrió amenazas y persecución con arma blanca al grito de «maricón de mierda», y, como consecuencia de ellos sufrió un ataque de ansiedad y diagnosticado por un servicio de urgencias como un posible síndrome de estrés postraumático. «CLGS quiere reconocer en este caso la rápida actuación de la Guardia «Civil tanto en la defensa de la integridad de las víctimas como en poner a disposición judicial el caso», señalaba.
Durante el pasado verano, un local de ocio de la playa de Gandia impidió el acceso por su aspecto a una persona trans socia de CLGS. Tampoco se dejó pasar a dos turistas, hombres gays, en el mismo local, siempre según la denuncia realizada por el colectivo que también apunta que ocurrió lo mismo con un vecino de Gandia y socio de CLGS.
Un ataque en València
Otro de los casos de agresiones que denuncia la organización LGBTI tuvo lugar en València a finales de agosto y las víctimas eran de la Safor. En el lecho del Turia, dos personas sufrieron una agresión verbal al llamarlos «maricones de mierda» y amenazarles con «que los matarían». La situación ya fue denunciada a través del servicio Orienta de la provincia de Valencia.
Desde CLGS denuncian, a su vez, la «barra libre» que se está dando con la transfobia «a partir de su normalización con discursos como los de la extrema derecha pero también del discurso terf (trans-exclusionary radical feminist ) un discurso que se basa en excluir a las mujeres trans del concepto de mujer, y que está en los últimos años generando polémicas que, consideramos, atentan contra la libre autodeterminación de género».
En este sentido, en los dos últimos años dos personas trans menores han contactado con CLGS porque les han echado de casa porque su familia no les aceptaba.
«Desde CLGS queremos agradecer a todas las personas que se impliquen por nuestros derechos. Realmente, desde hace dos años estamos notando que una parte importante de la sociedad civil, de las instituciones y de la ciudadanía de la Safor está acogiéndonos y sumándose a nuestro esfuerzo de visibilidad y defensa de nuestros derechos. Al mismo tiempo también pensamos que es imprescindible visibilizar estos casos de discriminación. A pesar de que una inmensa mayoría nos apoya, todavía hay actitudes lgtbifóbicas y todavía queda mucho por avanzar en igualdad y visibilidad social en campos como los medios, la educación o en otros como el desarrollo de la Ley LGBTI valenciana”, indica Ximo López, presidente de CLGS.
En ese sentido, desde la entidad de la Safor piden que se activen servicios de atención a las víctimas lgtbifobia también en la comarca que permiten el acompañamiento, asesoramiento y seguimiento de las víctimas. «Aunque podemos acudir a los servicios Orienta, y, de hecho, sabemos de casos que lo han hecho vía online, pensamos que la distancia y la falta de conocimiento del servicio actúan como barreras para que las personas LGBTI de la Safor que gente que ha sufrido una agresión o una discriminación acudan», explica López. Desde CLGS señalan que no disponen de recursos para atender estas situaciones, y por eso siempre derivan a los servicios de la administración que correspondan. «Sin embargo, nosotros siempre damos una primera atención y orientación, además disponemos de una guía antidiscriminatoria sobre cómo actuar en caso de discriminación», concluye López .