Los tres primeros días de marzo del año que viene, el Constitucional alemáncelebrará una vista oral para decidir si prohíbe el Partido Nacional Democrático (NPD), ha informado este lunes el Alto Tribunal, con sede en Karlsruhe (suroeste alemán). Los jueces han aceptado una solicitud de prohibición presentada por los 16 estados federados a través del Bundesrat, la Cámara terrirorial alemana.
El NPD es una formación de carácter ultraderechista, con un carácter marcadamente xenófobo que lleva a sus dirigentes a propugnar la creación de «zonas nacionales liberadas». Algunas de sus agrupaciones están relacionadas con incendios de albergues de refugiados y altercados violentos en manifestaciones. La formación tiene bancada propia en el Parlamento del estado oriental de Mecklemburgo-Antepomerania, y a un representante en el Parlamento Europeo, el ex presidente de la formación Udo Voigt.
Ya en 2003, el Gobierno del entonces canciller Gerhard Schröder lanzó un primer intento de prohibir la formación. La tentativa fracasó de forma bochornosa dos años después, al descubrirse que la cúpula del partido estaba trufada de informantes de los servicios secretos internos y de la Policía, en total una treintena de funcionarios.
El Alto Tribunal no llegó a examinar entonces si la ideología del NPD se ajustaba o no a la Ley Fundamental alemana. La presencia de informantes en sus cuadros fue considerada por los jueces un grave error de procedimiento que impidió seguir adelante con el proceso. El Estado no puede prohibir un partido en el que actúan representantes del mismo, argumentaron.
El nuevo intento de prohibición, que ahora empieza a cuajar, lo lanzaron los gobiernos regionales en diciembre de 2013, tras comprometerse a eliminar a los informantes de las filas del NPD. Según el semanario ‘Die Zeit’, hasta hace poco seguían trabajando en las estructuras del NPD 11 informantes federales y seis de las autoridades regionales, que ahora se habrían comprometido a abandonar su actividad.
El partido ha reaccionado con calma al anuncio de la vista oral. «Nos tomamos en serio la comunicación del tribunal, pero seguimos sin ver motivo de histeria«, ha declarado este lunes su presidente, Frank Franz.
Para prohibir un partido político, la Constitución alemana exige demostrar que la formación en cuestión persigue, «a juzgar por sus objetivos o por el comportamiento de sus miembros, dañar o eliminar el orden democrático de libertades o la existencia de la República Federal de Alemania». En el pasado, el tribunal ha prohibido dos formaciones: en 1952 el neonazi Partido Socialista del Reich, y en 1956 el Partido Comunista de Alemania (KPD), cuyo objetivo era instaurar la «dictadura del proletariado».
El Mundo