El Nacional.- El sector más conservador y radical del Vaticano se remueve ante la decisión del Papa Francesc que avala que los transexuales puedan ser bautizados y padrinos. Es un movimiento mente del Vaticano bajo el mando de Francesc para que esta institución sea más próxima al colectivo LGTBI. «El Papa es un hereje», es la sentencia del cardenal Gerhard Müller, quien considera en el Papa Francesc a un hereje por varios motivos, entre ellos, avalar que homosexuales o transexuales puedan acceder al bautismo o ser padrinos de este sacramento, o testigos en bodas católicas.
Según recopilación elDiario.es, los ataques de Müller contra el Papa Francesc hace años que van en aumento, pero por uno de los cardenales más conservadores de una institución por definición conservadora, el acercamiento al colectivo LGTBI es una gran línea roja. «Al Sínodo, donde muchos esperan o temen que ahora se presenten las ‘bendiciones’ homosexuales, escribir una carta pública a estas organizaciones [LGTBI], recibirlas, fotografiarse… Eso es una cosa mucho mensaje claro», ha sentenciado. En más, asegura que desde su punto de visto Francesc está al límite de la excomunión, hecho que obviamente lo invalidaría como Papa. Müller no es lo único que se ha opuesto a la apertura de la Iglesia en algunos aspectos, más obispos y cardenales conservadores han dejado clara su animadversión hacia los movimientos del Papa Francesc.
Un primer paso de aproximación a la comunidad trans
El Vaticano ha explicado que un transexual puede ser bautizado «como el resto de fieles» y ejercer como padrino o madrina de este sacramento, pero «con condiciones», a respuesta a las dudas en esta materia de un obispo brasileño. La Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado un texto firmado el 31 de octubre por el papa y el prefecto, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, para responder a las dudas sobre la participación en bautismos y bodas de personas transexuales y homosexuales planteadas por el obispo de Sant Amaro, José Negri.
Las respuestas, aclara el antiguo Sant Ofici, «reproponen, en buena parte, los contenidos fundamentales de lo que ya se ha afirmado sobre esta materia en el pasado» para la Congregación, aludiendo a un documento sobre la cuestión de diciembre de 2018. En primer lugar, el Vaticano responde que «un transexual, que también se hubiera sometido a un tratamiento hormonal o a una intervención quirúrgica de reasignación de sexo, puede recibir el bautismo con las mismas condiciones del resto de fieles». Pero siempre que «no haya situaciones en que se dé el riesgo de generar escándalo público o desorientar a los fieles», puntualiza sin dar más detalles.
El documento justifica esta postura citando Sant Tomàs de Aquino o Sant Agustí y recuerda que el mismo papa Francisco defiende que el bautismo «es la puerta que permite a Cristo establecerse en la persona» y que la Iglesia «no es una aduana, sino una casa paterna donde hay sitio para todo el mundo».