elDiario.es-. El acta del encuentro entre un equipo de Vila de Cruces y otro de Agolada recoge que aficionados del primero hostigaron a la asistente y amenazaron al equipo arbitral
En el minuto 31 del partido que enfrentaba en Vila de Cruces (Pontevedra) a dos equipos de la categoría de fúbtol Primeira Galicia -por debajo de Preferente-, la única mujer del trío arbitral, que actuaba como asistente, avisó al árbitro principal de que un grupo de aficionados del conjunto local le estaba dirigiendo insultos machistas. En el acta aparecen recogidos varios de ellos: “No sé qué hace aquí una mujer como tú”. “No vales para nada”. “Era mejor que murieseis todas”. “Tienes buen culo”. “Eras buena para una noche de helada”.
El árbitro principal, Xesús Fontes, explica que paró el partido cinco minutos y pidió al delegado local que retirase a los aficionados que tenía detrás hacia la grada. Mientras se alejaban, seguían gritando insultos similares, expone. En un documento anexo al acta aclara que aplicó el protocolo de actuación sobre la violencia verbal. Tras el encuentro, relata, la árbitra salió del vestuario mientras se duchaban sus dos compañeros y escuchó más comentarios de aficionados y miembros del equipo local, el SD Cruces. Decían que no había agua caliente: “Que se vayan a bañar al pantano a ver si se ahogan los tres, que es lo que merecen”.
Cuando salieron del campo vieron al delegado local, a otro hombre al que identificaron también como miembro del Cruces y a dos aficionados que el trío arbitral asegura que los insultaron “en todo momento”. Uno de los responsables del equipo se encaró con el árbitro principal y, según escribió en el acta, le dijo: “Ya no estamos en el campo de fútbol. ¿Si te doy unas hostias qué pasa?”. Estas cuatro personas no les permitían subirse a su coche y, cuando se dirigieron al delegado local para decirle que llamase a la Guardia Civil, su respuesta fue que iba a llamar a una ambulancia porque les haría “más falta”. El acta recoge otras amenazas: “Os vamos a reventar a vosotros y a vuestros coches; no sabéis con quién habéis dado”.
Los tres árbitros se pusieron posteriormente en contacto con la Guardia Civil, que les recomendó que denunciasen para que constasen las amenazas. Se desplazaron al cuartel, que encontraron cerrado, de modo que quedaron a la espera de formalizar la denuncia, explica Xesús Fuentes, que señala que abandonaron el campo “en estado de nerviosismo” y que temieron por su integridad física: “Sin duda fue el momento más violento de nuestras carreras”.