El Gobierno griego se comprometió hoy a combatir el racismo y la intolerancia y reiteró su intención de cerrar los centros de detención de inmigrantes, tras conocer el informe del Consejo de Europa que alerta sobre los graves problemas de discriminación que se han agudizado en Grecia durante la crisis.
«Trabajaremos sin vacilar hacia la construcción de una sociedad de tolerancia y humanismo», afirmó el portavoz del Ejecutivo, Gavriil Sakelaridis, quien reiteró que el compromiso de su Gobierno de cerrar definitivamente los centros de detención de inmigrantes, que están en condiciones «inhumanas», ya que, como precisó, es «una recomendación clave del Consejo a las autoridades griegas».
El informe de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI por sus siglas en inglés) publicado este martes asevera que el discurso de odio contra los inmigrantes «ha alcanzado proporciones alarmantes» en Grecia e insta a las autoridades a desarrollar «una estrategia integral a nivel nacional de lucha contra el racismo y la intolerancia».
Este organismo del Consejo de Europa señaló que ha aumentado la discriminación hacia determinados colectivos sociales como los homosexuales, transexuales, inmigrantes, refugiados y gitanos debido al auge del partido neonazi griego Amanecer Dorado.
Esto ha provocado «un incremento de la violencia racista en los últimos años» y ha generado «un clima de odio racial y miedo, contra el que no se ha hecho nada durante mucho tiempo».
Sakelaridis apuntó que «por desgracia, los gobiernos anteriores no sólo no han enfrentado de manera eficaz este fenómeno, sino que a menudo lo han alimentado con sus políticas».
La Vanguardia