Efeminista.- El Diccionario de la lengua española (DLE) ya incluye en su más reciente actualización las palabras «micromachismo» y «micromachista», términos que han tomado relevancia con la llegada de la cuarta ola feminista y el auge de las redes sociales en todo el mundo dando visibilidad a una práctica antes silenciada.
Definida como «forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones habitualmente inconscientes», la palabra empezó a conocerse especialmente por el uso que hizo de ella el psicoterapeuta Luis Bonino en multitud de documentos, desde su libro ‘Micromachismos. Un machismo silencioso y sutil’ en 1990 y, sobre todo, gracias a los artículos colgados en la red, según cuentan Rosa Cobo y Beatriz Ranea en ‘Breve diccionario de feminismo’ (Los libros de la Catarata, 2020).
La escritora y activista feminista Victoria Sau, agregan Cobo y Ranea, también habla de ella en su ‘Diccionario ideológico feminista II’, de 2001.
Por su parte, la RAE define «micromachista» como: «Perteneciente o relativo al micromachismo. Expresión micromachista. ‖ Dicho de una persona: Que muestra una actitud micromachista».
Las palabras forman parte de la actualización 23.6 del DLE que ha sido presentada este 20 de diciembre por el director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado, y la directora de la 24 edición del Diccionario, la académica Paz Battaner. En esa actualización se incluyen otros términos como «mamitis», «panetone», «puntocom», «portuñol» «conspiranoia» o «videojugador».
«Micromachismo» en el diccionario
En 2018, la Fundación el Español Urgente (Fundéu BBVA), promovida por la Agencia Efe y BBVA, ya había definido al «micromachismo» como un término que se utiliza para referirse al «conjunto de los comportamientos, prácticas y estrategias cotidianas con las que se ejerce el poder de dominio masculino y que atentan en diversos grados contra la autonomía de las mujeres». Y recomendaba escribirla en una sola palabra, sin espacio ni guion.
«Este término está formado adecuadamente por el elemento compositivo micro- unido al sustantivo machismo, sin dejar espacio ni escribir guion entre las dos palabras que la forman. Respecto al plural, la forma adecuada es micromachismos, no microsmachismos ni microsmachismo».
Ese mismo 2018, año en el que el movimiento feminista en España y en América Latina ganó mucha fuerza tras la explosión del #MeToo, fue una de las candidatas a palabra del año de la Fundéu, una elección en la que solo participan doce palabras que deben cumplir varios requisitos.
Por un lado, que sean términos que hayan estado, en mayor o menor medida, presentes en el debate social y en los medios de comunicación.
«Por otro que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezcan interés desde el punto de vista lingüístico y hayan sido, por tanto, objeto a lo largo del año de alguna de las recomendaciones que publica diariamente Fundéu BBVA. Además, se pretende que las elegidas sean de uso general en todo el ámbito hispanohablante y no solo en algunas zonas concretas», contó la Fundación en ese entonces.