La Fiscalía especial ante Delitos de Odio y la del Tribunal Superior de Cataluña analizan ya los calificativos del nuevo presidente catalán a los españoles.
La Fiscalía Especial ante Delitos de Odio y Discriminación estudia abrir diligencias por racismo y xenofobia contra el nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra. Esta fiscalía especial, dependiente de la Fiscalía General del Estado, ya tiene sobre la mesa tuits y numerosos escritos y artículos difundidos por Torra en los últimos años plagados de calificativos xenófobos y racistas contra catalanes que también se sienten españoles en Cataluña y contra los del resto de España. Les llega a tildar «de bestias». Paralelamente, la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña también está analizando ya las frases excluyentes de Torra, y compartirá sus conclusiones con la fiscalía especial con vistas, en su caso, a interponer una querella contra el flamante presidente de le Generalitat.
El propio Torra ha admitido la autoría de frases y calificativos de tinte racista y xenófobo que rubrica en libros, artículos y redes sociales, si bien, durante su investidura, trató de suavizar sus comentarios contextualizándolos como relatos periodísticos antiguos. Si finalmente la Fiscalía concluye que los textos de Torra (el hombre a quien el expresidente fugado Carles Puigdemont ha ungido como su sucesor, y que hoy tomará posesión como presidente) contienen materia delictiva por incitación al odio y la violencia, ello se traduciría en una querella, lo que podría complicar judicialmente a medio plazo el mandato títere del nuevo mandatario catalán. Este tipo de delitos conllevan penas de cárcel e inhabilitación.
A continuación, se exponen algunas de las insultantes frases escritas por Torra y que están siendo objeto de análisis en la fiscalía especial: «Los españoles solo saben expoliar»; «franceses y españoles comparten la misma concepción aniquiladora de las naciones que malviven en sus Estados»; «fuera bromas. Señores, si seguimos aquí algunos años más corremos el riesgo de acabar tan locos como los mismos españoles»; «los españoles en Catalunya son como la energía: no desaparecen, se transforman»; «vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario»; «sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la pijería española, sensación de inmundicia. Horrible».
Los fiscales son conscientes de la indignación social que han levantado en la sociedad las descalificaciones vertidas por el hombre de paja de Puigdemont. A la vez que recibía la mayoría de votos de los grupos independentistas del Parlament para investirle presidente, Torra anunciaba que seguiría los pasos de su antecesor (un proceso constituyente, una constitución) como paso previo a la creación de una república catalana. De momento, la idea de los fiscales es analizar desde una perspectiva jurídica las descalificaciones, ver si hay o no prescripción y, en su caso, interponer una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, sede judicial de los aforados. Y Torra, como presidente, lo es.
Se da la circunstancia de que ayer mismo el grupo político Vox, así como la Asociación Movimiento contra la Intolerancia, que dirige Esteban Ibarra, han presentado denuncias contra Torra por delitos de odio del artículo 510 del Código Penal. En concreto, por «haber incitado al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo», en este caso los españoles.
Aparte de la estas denuncias, la reacción sobre los comentarios xenófobos de Torra ha llegado hasta Europa. La Comisión Europea reprobó el lunes las descalificaciones de Torra, pero evitó hacer comentarios sobre ellas «para no dignificarlas», según explicó Margaritis Schinas, portavoz de la comisión.