El Mundo.-Los padres denuncian que la profesora de catalán se negó a darles clase y los enviaron a casa mientras que el colegio se defiende diciendo que se sublevaron e incumplieron las normas.
Una clase entera del colegio concertado La Salle, en Palma, fue expulsada ayer al haber colgado la bandera de España como apoyo a la selección nacional de fútbol. Un hecho que ha sido denunciado por los padres de los alumnos y que ha desatado una encendida polémica de la que el centro se defiende alegando que se les envió a casa por desafiar al profesorado.
Todo ocurrió a mediodía del viernes, cuando todavía faltaban dos horas para acabar la jornada lectiva y los alumnos de Primero de Bachillerato se preparaban para su clase de catalán.
Días antes, a principios de semana, habían solicitado permiso para colgar en el panel de su aula una bandera de España como gesto de apoyo a la selección ante su debut contra Costa Rica en el Mundial de fútbol de Catar. Es algo que están haciendo otras aulas, según han explicado a este diario los padres de los niños afectados, que indican que incluso hay alumnos de otros cursos que han ido con la camiseta del combinado nacional sin que se haya producido ningún problema.
No había intención política, solo apoyar a la selección española durante el Mundial
Los chicos recibieron el permiso de su tutor para colocar la enseña y, aunque afirman que hubo algún comentario despectivo puntual por parte de algún docente (dicen que algún profesor se refirió a la bandera como «ese trapo») , el problema realmente conflictivo vino antes de la clase de lengua catalana.
La profesora, según el relato que han trasladado a este diario los padres de esos chicos, se negó a impartir la clase mientras estuviera colgada la bandera, reclamando que se retirase alegando que no estaba permitido exhibir banderas en clase.
Los alumnos persistieron en su intención de mantenerla colocada, lo que propició que el centro suspendiera tanto esa clase como la siguiente (de Filosofía) y enviara a casa a los 32 alumnos de esa línea de primero de Bachillerato durante lo que restaba del día lectivo, sin una explicación formal ni escrita -denuncian- del motivo por el que se les expulsaba. Este extremo ha sido subrayado por las familias más airadas, que sostienen que debería haber habido una comunicación oficial del motivo de expulsión.
Uno de los padres, indignado y contrariado ante la reacción del centro, ha denunciado el asunto en las redes sociales: «Mi hijo (y su clase) ha sido expulsado por poner la bandera de España en el aula porque disfruta del #Mundial2022 con alegría y pasión. A varios profesores les ha molestado por connotaciones políticas. ¿Quiénes son los adultos? ¿Hasta cuándo este adoctrinamiento sin sentido?».
En declaraciones a este periódico, ese mismo padre asegura que su hijo y sus compañeros no se enfrentaron a la maestra y que en su comportamiento no existe ninguna motivación política, tan solo la de apoyar a la selección española durante el Mundial. De hecho, agregaron el lema ‘¡Vamos selección!’ para concretar ese apoyo deportivo. «No es un asunto político, ni mucho menos; nuestro hijo y sus compañeros sólo querían mostrar su apoyo al equipo de fútbol de nuestro país, nada más que eso…y sólo por eso los han expulsado».
LA VERSIÓN DEL COLEGIO
El centro ha cerrado filas con la profesora y se ha defendido mediante una circular dirigida a los padres diciendo que los alumnos llevaron a cabo un acto de «insubordinación deliberada» al desoír las instrucciones de la profesora que, según sostienen, «cumplía con las normas de convivencia del centro». Los padres replican a esto que en otros cursos no ha habido problemas con la muestra de apoyo a la selección española y que los niños contaban con el permiso expreso de su tutor.
En su comunicación, el colegio relata que los alumnos «faltaron el respeto» a la docente y sostiene que incluso llegaron a coaccionar en masa a una compañera que sí pretendía que se retirara la bandera, algo que los padres consultados por este diario niegan por completo, afirmando que existe práctica unanimidad en la indignación colectiva de los padres.
«Sencillamente no podemos impartir clase en una etapa educativa no obligatoria a un grupo de alumnos que no quiere acatar las normas de convivencia del centro», ha manifestado el director técnico de educación secundaria del centro en su misiva a los progenitores.
La dirección del centro se muestra «triste y decepcionada» por la «actitud de los alumnos», a los que acusa de haber aplaudido y vitoreado «con sorna» a la profesora cuando se fue del aula para hablar con el equipo directivo, y reitera que el colegio «trabaja para transmitir los valores cristianos que refleja nuestro carácter propio para convertir a los alumnos en miembros de una sociedad madura, con espíritu crítico y autonomía, capaces de pensar por sí mismos». El centro, por tanto, justifica la suspensión de las clases atribuyendo una actitud de desobediencia a los alumnos.
Los padres consultados por este diario reiteran que fue la profesora la que se negó a dar clase con la bandera colgada. Uno de ellos ha respondido a la justificación esgrimida por el colegio afirmando que «es precisamente ese espíritu crítico y esa autonomía» la que ha llevado a los chicos a mantener su voluntad de expresar su apoyo a la selección que representa a su país.
Consideran que sus hijos no han hecho nada malo o lesivo para la convivencia, sino simplemente colocar una bandera de España como celebración y apoyo simbólico ante un acontecimiento deportivo. Y que eso no es motivo como para enviarles a casa y cancelar las clases del día.
CONVOCAN UNA MANIFESTACIÓN
Los padres tienen intención de denunciar el asunto ante la Inspección Educativa, y la Consejería de Educación de Baleares estudiará el caso el lunes.
Mientras, Vox ya ha anunciado que convocará una manifestación de rechazo a la actitud del centro educativo y en apoyo a los alumnos expulsados. «Ya son demasiados los casos que se dan en la escuela de las Islas Baleares en los que siempre se ataca todo lo relativo a España», ha manifestado su líder en Baleares, Jorge Campos.
La asociación de profesores Plis Educación ha emitido un comunicado en el que señala que la dirección del centro «ha provocado con su mal hacer un grave conflicto en el aula». Mantiene que, a la luz de lo que ha trascendido hasta el momento, la dirección del colegio no siguió el conducto reglamentario para trasladar sus órdenes y directrices al alumnado, generando un «conflicto de autoridad», ya que los chicos afirman que habían obtenido autorización previa de la jefatura de estudios antes de que la profesora de catalán pidiera que descolgaran la bandera.