El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, se ha preguntado hoy si en «esta invasión de inmigrantes» y refugiados que a su juicio registra Europa «es todo trigo limpio», por lo que ha pedido prudencia a los gobiernos ante lo que considera «el caballo de Troya» en las sociedades europeas.
Así ha respondido este miércoles Cañizares, tras su intervención en un desayuno del Fórum Europa-Tribuna Mediterránea, al ser preguntado por si los diferentes gobiernos y la Iglesia están haciendo lo suficiente o lo correcto con los inmigrantes que llegan al oeste de Europa huyendo de países en conflicto, como Siria. Según el arzobispo, «parece que hay más gestos y propaganda» de atención a los refugiados sirios, pero «también hay mucha realidad viva» que se está llevando a cabo con estas personas, aunque «de manera prudente» porque, según se ha preguntado: «Esta invasión de inmigrantes, ¿es todo trigo limpio?».
«¿Cómo quedará Europa dentro de unos años, con la que viene ahora? No se puede jugar con la historia ni con la identidad de los pueblos», ha aseverado, y ha considerado que los gestos de acogimiento a estas personas «pueden quedar muy bien hoy» pero son «el caballo de Troya» en las sociedades europeas. Cañizares, que acaba de cumplir un año de oficio en Valencia, ha sugerido «ver quién está detrás de todo esto», al tiempo que ha sostenido, refiriéndose a los refugiados, que «vienen perseguidos muy pocos», y que son a estos a los que está acogiendo y atendiendo la Iglesia.
Colau pide que dimita
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido este miércoles la dimisión inmediata del cardenal arzobispo Cañizares por estas declaraciones, que ha calificado de «manifiestamente racistas». En declaraciones a los medios tras participar en un debate en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), ha afirmado que es «escandaloso» que una figura pública pueda hacer unas declaraciones tan manifiestamente racistas. «La Iglesia tiene un problema si no actúa contra unas declaraciones que, de hecho, van en contra de la base del cristianismo, que es todo lo contrario», ha deplorado la alcaldesa, y ha añadido que el Papa Francisco defiende lo opuesto que Cañizares. Por eso, espera «reacciones» de la Iglesia, ha dicho, ya que cree que estas manifestaciones generan alarmismo y tensión social y son inadmisibles en una democracia.
La Vanguardia