Crónica Gobal.- La acusada, una vecina de Cornellà de Llobregat, increpó a dos trabajadores que le trajeron un sofá a su domicilio.
Una vecina de Cornellà de Llobregat ha aceptado una condena de cuatro meses de cárcel y una multa de 420 euros por un delito de odio y otro de lesiones leves al emplear insultos racistas contra dos repartidores que llevaban un sofá a su casa. La mujer no ingresará en prisión por no tener antecedentes y tratarse de una condena inferior a los dos años.
«He trabajado en un centro asistencial y bastante mierda os he limpiado a vosotros inmigrantes. Tenéis que subir el sofá, sois unos vagos, no queréis trabajar», gritó la acusada a las víctimas antes de golpear a una de ellas con un palo en la cabeza y en la nuca, aunque no llegó a herirla.
«Perros» y «maricones»
Los hechos tuvieron lugar el pasado 22 de agosto del año 2020, mientras los trabajadores estudiaban cómo subir el sofá al domicilio de la agresora, que ha reconocido los hechos ante la justicia, así como haber llamado a los individuos «perros» y «maricones«.
La acusada se ha comprometido a indemnizar a los trabajadores con 500 y 180 euros y, como condición para no entrar en la cárcel, deberá seguir un programa de igualdad de trato y no discriminación.