La Comisión Antiviolencia, reunida de urgencia un día antes de lo habitual, ha propuesto el cierre parcial del Benito Villamarín por los cánticos ofensivos contra la exnovia del futbolista Rubén Castro que se han venido entonando por los ultras del Betis en la grada de Gol Sur del estadio verdiblanco. La comisión, integrada por representantes del Consejo Superior de Deportes, la Liga de Fútbol Profesional y los cuerpos de seguridad del Estado, actúa después de estudiar la denuncia presentada por la propia Liga.
El organismo que preside Javier Tebas presentó un vídeo del partido Betis-Ponferradina del pasado ocho de febrero y otro del Betis-Girona del pasado sábado, los dos de la Segunda División, en los que se escucharon los cánticos contra la expareja de Rubén Castro: “Rubén Castro, Alé, Rubén Castro Alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”. El delantero bético está acusado por la fiscalía por cuatro delitos de maltrato y uno de amenazas a su expareja.
La Comisión, tras decisión unánime de todos sus componentes, propone a la Federación Española de Fútbol, en concreto a su Comité de Competición, una de las medidas más graves que se contemplan en la nueva normativa acordada por la propia Federación Española en su Reglamento interno y Código Disciplinario: el cierre parcial de una de las gradas del estadio verdiblanco. En concreto, se trata de la del Gol Sur, donde se ubican los hinchas radicales del conjunto andaluz. No obstante, el grupo que entonó los cánticos es de unos 200 aficionados en una grada con capacidad total para 4.650 espectadores, todos socios de la entidad.
El Comité de Competición tratará la cuestión la próxima semana y debe incoar un expediente al Betis, que tiene previsto presentar alegaciones en su defensa. En la entidad andaluza están a la espera de que Competición concrete cómo se llevará a cabo el cierre, si será de toda la grada o de solo la zona en la que se ubican los radicales y, del mismo modo, si los abonados podrán ser reubicados en otras zonas del estadio bético, con capacidad para 50.000 espectadores.
La Comisión Antiviolencia solicita al Betis todo tipo de pruebas que permitan la identificación de los autores de los cánticos y pide al club que visione todos los vídeos de anteriores partidos a los de la Ponferradina y el Girona para comprobar si estos cánticos se han repetido a lo largo de la temporada.
Al mismo tiempo, Antiviolencia aclara que los hechos denunciados son constitutivos de delito, por lo que remite a la fiscalía de Sevilla todos los datos que obran en su poder y los que ha solicitado al propio Betis a efectos de su posible consideración penal. El propio ministerio público decidió actuar de oficio el pasado martes, opción adoptada por María José Segarra, fiscal jefe de Sevilla.
Este cierre parcial del Benito Villamarín sería la sanción más grave que se propone desde que la propia Liga y el Consejo Superior de Deportes decidieran adoptar medidas de control en los estadios de Primera y Segunda División, tras la muerte de un seguidor del Deportivo el pasado 30 de noviembre a manos de ultras del Atlético de Madrid. Desde mediados del mes de enero, un delegado de la Liga ha estado presente en los campos del fútbol profesional español para informar de cánticos y conductas degradantes y presuntamente delictivas.
En las últimas semanas, los informadores de la Liga han denunciado también cánticos como los de “Cristiano borracho” que tuvieron lugar en el Camp Nou. No obstante, hasta este momento el Comité de Competición de la federación no ha tenido en cuenta para sancionar los informes presentados por la propia Liga. Las relaciones entre las dos instituciones no son nada buenas. El consejo de administración del Betis se reunió ayer para tratar la decisión adoptada por la Comisión Antiviolencia.