15 de octubre, 2024
20 Minutos- «En Europa, por trágico que suene, los judíos han empezado a esconderse otra vez. Esto es inaceptable y no puede suceder«. Ese es el aviso que ha lanzado este jueves la Comisión Europea en boca de su vicepresidente Margaritis Schinas. Lo ha hecho en un debate en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo relativo al auge de las ofensas por motivos religiosos. En el caso de los judíos, dice Bruselas, esas situaciones han aumentado tras los ataques de Hamás sobre Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior respuesta de Tel Aviv sobre Gaza.
Según los datos que maneja el Ejecutivo comunitario, el 96% de los judíos en la Unión Europea han sufrido incidentes antisemitas, sobre todo en las redes sociales, pero también en la vida real. «Estamos comprometidos a asegurar la protección del derecho de todo el mundo de practicar pacíficamente su fe. Es uno de los derechos más europeos», expuso Schinas, que habló de los «mayores ataques por antisemitismo» desde la fundación del Estado de Israel.
Al tiempo ha recalcado el papel de las grandes plataformas digitales para vigilar los discursos de odio que se vierte en ellas y ha subrayado que hay que rechazar la instrumentalizacion de la religión en Europa.
En el debate, el eurodiputado del PP Javier Zarzalejos ha destacado que la libertad de religión no va de religiones, sino de libertad, tras señalar el aumento «rampante» del antisemitismo, el acoso a musulmanes y los delitos de odio contra cristianos. «Las ofensas, el acoso, la violencia de alta o baja intensidad es una realidad de conductas de odio que tenemos que combatir», ha apuntado.
De lado del PSOE, Juan Fernando López Aguilar ha insistido en que se trata de abordar el problema en la proliferación de delitos de odio en internet y proteger espacios de culto, pero ha insistido en que no solo se tiene que proteger a las víctimas sino proteger a la sociedad europea «como sociedad tolerante, abierta y plural».
Aparte de los representantes españoles, numerosos eurodiputados han defendido la tradición cristiana de Europa frente a la «migración masiva», así como un puñado de parlamentarios de ascendencia extranjera que han señalado el auge de la islamofobia en el continente.