La Vanguardia.- Este es el pan de cada fin de semana”, afirma Tomás Desembre, presidente de la Peña Barcelonista Barcino, al referirse a los insultos racistas proferidos por un espectador a un jugador negro, de solo 12 años, en un partido de infantiles en Sant Andreu.
Lo que ya no es tan habitual es que uno de esos “repetidos ataques xenófobos” en campos donde juegan niños, según revela Desembre, acabe en una diligencia penal.
Eso es lo que ha ocurrido en este caso.
Y Tomás Desembre, cuya peña gestiona la instalación municipal Menorca-Sant Martí (donde ocurrieron estos hechos) no escondía ayer su satisfacción por el paso dado “ y el aviso que se lanza con esta denuncia”.
Tomás Desembre, gestor del campo
Esto es una “importante y muy necesaria llamada de atención”, repite este gestor de la competición infantil. Un serio correctivo para aquellos que creen que todo vale en un campo de fútbol, con independencia de si los que juegan son niños o adultos.
Desembre se felicita por el hecho de que, por fin, “uno de esos tantos protocolos que nos envían sobre mil cosas haya servido para cortar un ataque racista”. La norma la aplicó el árbitro del encuentro sin que nadie se lo pidiera. “Hizo muy bien”, ratifica el presidente de la Barcino.
El niño insultado, de madre española y padre africano, “ha nacido aquí”, revela Tomás Desembre. El domingo jugaba con sus compañeros en casa y un espectador simpatizante del equipo visitante dirigió repetidos insultos a ese niño de solo 12 años.”¿Qué haces mono? Hijo de puta”, le gritó.
La decisión fue del árbitro
El árbitro lo escuchó y detuvo el partido. Solo faltaban 15 minutos para el final y el encuentro –en aplicación de ese protocolo para perseguir insultos racistas– quedó suspendido.
La reacción del árbitro, según consta en su acta, no fue bien recibida, sin embargo, por parte de algunos espectadores del equipo visitante. Otra muestra del trabajo que aún queda por hacer con estos incidentes xenófobos en el fútbol entre niños.
Aunque ese sonoro y manifiesto malestar de una parte de la grada no amedrentó al colegiado. Se llamó a los Mossos y una patrulla acudió al campo.
¿Quién es el denunciado
Identificaron al autor de esas proclamas xenófobas, de 49 años, y se incoaron unas diligencias penales por un delito de odio después de que el padre del jugador denunciara el mismo domingo esos hechos en una comisaría.
Los Mossos confirman la apertura de esa investigación penal y admiten, a pesar de no poder afirmar si es o no la primera vez que se incoan unas pesquisas de esta índole en un campo de fútbol infantil, que si hubiera otros casos, “serían contados”.
Más claras están las cosas en el fútbol adulto. LaLiga parece haberse puesto las pilas para batallar con la xenofobia en los campos de fútbol y se preocupa, al menos así lo dice, de denunciar cualquier tipo de violencia tanto dentro como fuera del campo.
Uno de los últimos casos lo padeció el jugador del Real Madrid Vinícius Júnior, víctima de insultos racistas en el estadio José Zorrilla.
Y si esto se hace en el fútbol adulto no tiene excusa que esa persecución se amplíe también la competición infantil, donde la factura –por la edad de las víctimas– se paga más cara.