Aumentan un 20% las denuncias por delitos de odio en Cataluña.

ABC/E.BURÉS.- Cuatro de cada diez quejas presentadas ante los Mossos d’Esquadra corresponden al ámbito de la LGTBI-fobia.


Madrugada del 28 de mayo de 2022, en el metro de Barcelona. Cinco individuos propinan una paliza a otro. Insultos y puñetazos, que dejan a la víctima con la nariz rota, tras increparlo y escupirle por su condición sexual. Una agresión homófoba por la que los Mossos d’Esquadra detuvieron a los atacantes unos meses después, tras identificarlos gracias al visionado de las imágenes de vigilancia del suburbano.


Ese mismo mes, un hombre de 43 años ingresó en prisión provisional tras perpetrar otro ataque contra una pareja gay en la capital catalana. Les insultó y atacó por su condición sexual «con una violencia extrema», llegando a romperles varios dedos, y pegarles puñetazos por los que necesitaron puntos de sutura.

En febrero, un hombre de 23 años se acercó a una pareja sin hogar que dormía en la plaza de la Patacada de Reus (Tarragona) y, móvil en mano, comenzó a increparlos mientras grababa la escena. Tras ello, comenzó a abofetearlo a él y a bajarle los pantalones a la mujer, para abusar de ella. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) trasladó a las víctimas hasta un hospital, y una patrulla de los Mossos localizó al agresor poco después, en la calle Ample del municipio.

Estas son solo tres de las 446 denuncias por delitos de odio que la Policía catalana ha instruido entre enero y septiembre. Cifra que supone un incremento del 20 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. De éstas, cuatro de cada diez son casos de LGTBI-fobia.

Fueron un total de 177 quejas formales por ataques contra el colectivo, lo que implica un 15 por ciento más que durante 2021. Para avanzar en la erradicación de esta lacra, los Mossos han impartido más de 200 charlas en centros educativos de Cataluña en lo que va de año, y ahora 25 agentes recibirán formación específica sobre estos delitos en el Instituto de Seguridad Pública.

Una vez terminado el curso, serán estos policías los que ya estarán capacitados para formar a otros colegas, tras la acreditación del Consejo de Europa y el ‘European LGBT Police Association (EGPA)’. El objetivo, tal y como ha señalado este el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, es que la ciudadanía confíe en los Cuerpos policiales y «sienta que están para defender sus derechos». Una confianza que permitiría aflorar la cifra oculta, es decir, aquellos delitos que no se denuncian.