7/2/2015- La policía de Dortmund desplegó cerca de 200 agentes en las inmediaciones de un centro de refugiados tras recibir varias llamadas de testigos que alertaron de que una banda de unos 20 neonazis enmascarados que portaban antorchas, gritaban consignas xenófobas y detonaban pequeños explosivos en torno al centro de acogida.
Cuando el despliegue policial llegó al lugar de los hechos no quedaban más que unas cuantas antorchas en el suelo según declaró a los medios el portavoz de la policía.
Esa misma noche se practicó la detención de hasta 13 sospechosos todos ellos vinculados con la ultraderecha local, y la policía se incautó de teléfonos móviles, antorchas y ropa. El jefe de la policía de Dortmund declaró: “Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para impedir los constantes actos de intimidación y provocación de los ultras”. Además añadió que los refugiados que dejan sus países huyendo de la pobreza y de la violencia extrema necesitan especial protección.
Amenazas a periodistas
Esta demonstración de fuerza se produce poco después de que diversos periodistas que hacen seguimiento a la ultraderecha recibieran amenazas de muerte. Hasta siete periodistas encontraron en internet certificados de defunción falsificados con su nombre escrito. Sebastian Weiermann, uno de los periodistas hostigados afirmó en declaraciones al Deutsche Welle que estaba bastante seguro de que él estaba vivo pero quería confirmar que el resto de sus colegas también lo estaban.
La investigación abierta por el fiscal que sigue el caso apuntó a que detrás de las amenazas podrían encontrarse individuos vinculados con Resistencia Nacional, grupo ultra ilegalizado en 2012 por suponer una amenaza para la convivencia pacífica. Birigt Naujoks, directora del Consejo de Refugiados de la región mostró su preocupación por el incremento de ataques en lo que va de año. Según su organización desde el año 2000 han sido asesinados en Dortmund 5 refugiados víctimas de delitos de odio.