AlDescubierto/Juan Francisco Albert.- Ayer martes día 3 de enero comenzaba la retirada de la Cruz de Ribalta de Castellón. Y, como siempre que se ha intentado, grupos fascistas se han congregado lanzando graves amenazas. Un centenar de personas se han llegado a reunir ante la retirada de la Cruz de Ribalta, en el que es tercer intento de retirada de este monumento franquista.
A estas obras habían acudido los concejales del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, quienes recibieron las amenazas de los fascistas.
Así, pese al gran dispositivo policial, los fascistas han proferido toda clase de insultos llamando “terroristas” a los concejales, amenazándolos de muerte ″¡Sí que convendría que te fusilaran, sí! ¡Sí que convendría que te hicieran pum, pum!” y otras amenazas de violencia física.
La policía no ha actuado de ninguna manera contra estos grupos, que portaban banderas de España o con la cruz de Borgoña, entre otros distintivos.
Junto a ellos se encontraban concejales del Partido Popular, que esgrimían el acuerdo de 1979 según el cual la Cruz de Ribalta era resignificada y ya no tenía una interpretación fascista, algo poco creíble sabiendo el origen fascista de la Cruz.
También se encontraban allí los ultracatólicos de Abogados Cristianos, quienes han efectuado múltiples pleitos y tácticas legales para evitar la retirada de la Cruz de Ribalta, consiguiendo su paralización en varias ocasiones. Esta entidad perteneciente al entorno de la secta El Yunque se ha caracterizado por una defensa a ultranza de los símbolos fascistas.
Pese a sus intentos legales y de agitación callejera, como convocar esta manifestación, la Cruz de Ribalta será finalmente retirada en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Viejos conocidos y aplausos
Uno de los detalles curiosos que se han visto versa sobre uno de los fascistas más encendidos de la manifestación, quien ha amenazado de muerte a los concejales en múltiples ocasiones.
Su nombre es Rafael Suay, que fue guardaespaldas de Carlos Fabra, uno de los grandes dirigentes del Partido Popular en la provincia y culpable de varios casos de corrupción. Estos datos han sido desvelados por el diputado de Compromís Joan Baldoví, quien ha dicho que el PP tiene que “pedir disculpas más allá de negarse a retirar la cruz”.
Pero no todo ha sido malo durante el día. También ha habido aplausos y abrazos en la fuerzas progresistas y antifascistas allí reunidas.
Estas sin insultos pero firmes han celebrado la retirada de la Cruz de Ribalta, en especial ovacionando a Verònica Ruiz, concejala de Cultura por Compromís y máxima responsable de esta operación.
Ahora el parque recibirá una reforma. Esta recuperará los planos originales diseñados en 1926, recuperando una buena parte de zonas verdes. Tendrá un coste de 58.900 euros y un plazo de ejecución de 6 semanas.
La cruz por su lado será preparada para su retirada a la Diócesis de Segorbe-Castellón, lugar decidido por el obispado. Los grupos ultraderechistas habían hecho correr el bulo que de sería destruida, algo que no se contempló en ningún momento.
La larga historia de la retirada de la Cruz de Ribalta
Este monumento del Parque Ribalta se creó posteriormente a la Guerra Civil bajo el lema “A los Caídos por Dios y por España. ¡Presentes!”, añadiéndose al parque original, que se considera un Bien de Interés Cultural (BIC).
Durante la Transición y mediante un acuerdo de 1979 se eliminaron estas palabras, aunque nadie ha podido olvidar el origen y significado de este símbolo franquista.
El consistorio progresista de Castellón, dirigido por la socialista Amparo Marco con el apoyo de Compromís, ha pujado por la retirada de esta obra que se enmarca dentro de la actuación de la Ley de Memoria Histórica. Pero la aprobación de la retirada, que se realizó hace ya años, ha contado con la férrea oposición de una inesperada fuerza extraparlamentaria: Abogados Cristianos.
Y es que fue en 2018 cuando el ayuntamiento de Castellón aprobó la retirada de la Cruz de los Caídos con la oposición de PP y Ciudadanos. Abogados Cristianos aparecía tras esto para denunciar al ayuntamiento. Su estrategia fue pedir medidas cautelares e intentar congelar el presupuesto de Memoria histórica del Ayuntamiento. Esto fue aceptado por el juzgado de lo Contencioso Nº1 de Castellón el 4 de abril de 2019.
Posteriormente, el ayuntamiento presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que lo estimó oportuno, tumbando la suspensión cautelar. Así, el Ayuntamiento de Castellón inicio un nuevo procedimiento para la renovación del parque incluyendo la retirada de la Cruz de los Caídos.
Abogados Cristianos se opuso nuevamente a ambas decisiones, intentando exigir medidas cautelares que no han sido aceptadas.
Así, pese a sus argucias legales y varias problemas con empresas, como cuando la anterior empresa rechazó retirar la Cruz de Ribalta, esta ya está siendo finalmente removida.