La canciller alemana, Angela Merkel, visita este miércoles el centro de refugiados de Heidenau, en el este del país, mientras el presidente, Joachim Gauck, se informará de la situación en un albergue berlinés, tras la serie de ataques neonazis contra este tipo de alojamientos.
La visita de Merkel al centro de Heidenau, escenario este fin de semana de protestas violentas por parte de neonazis, tendrá lugar entre las 12.00 y las 13.30 hora local (entre las 10.00 y las 11.30 GMT), y está previsto que la canciller se entreviste con refugiados, voluntarios y representantes de las fuerzas de seguridad y las autoridades locales.
Tras la presencia del presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en Heidenau, localidad próxima a Dresde, en el estado federado de Sajonia, se han multiplicado las llamadas insultantes y amenazantes con trasfondo xenófobo a la sede central de la formación, que ayer tuvo que ser desalojada por amenaza de bomba.
Mientras tanto, el presidente ha visitado un albergue ubicado en el antiguo ayuntamiento del distrito berlinés de Wilmersdorf. Gauck, que calificó de repugnantes las agresiones racistas contra refugiados, podrá conocer la situación en la que se encuentran los más de 500 refugiados que actualmente se alojan en este centro y se informará de la labor que realizan los voluntarios.
Por su parte, el ministro de Interior, Thomas de Maizière, aseguró ayer en una visita a otro centro en Freidland (centro del país) que el Gobierno está «indignado» por los ataques a centros de refugiados que se han producido en el país en las últimas semanas.
Se trata de incidentes que a su juicio no son representativos de la sociedad germana, aunque pidió no «minusvalorar» los delitos contra los centros de acogida (del reparto de propaganda xenófoba a los ataques incendiarios), que sumaron más de 200 en los seis primeros meses del año, según sus propias cifras.
En tanto, la ministra de Medioambiente, Conservación, Construcción y Seguridad Nuclear, Barbara Hendricks, anunció en unas declaraciones al diario «Die Welt» su intención deduplicar hasta 2019 las subvenciones a los estados federados para vivienda social, que actualmente ascienden a 518 millones de euros anuales.
El objetivo es construir vivienda a precio asequible, precisamente también para los refugiados, agregó. Al mismo tiempo exigió la reconversión de antiguos cuarteles militares en albergues para refugiados.
Publico.es