El Correo.- El año pasado se produjeron 96 delitos de odio contra el colectivo y «solo 43 personas» fueron acusadas por estos ataques.
Los delitos de odio con carácter homófobo se dispararon un 31,5% el pasado año en el País Vasco. El dato, 96 ataques, lo dio a conocer hace unas semanas el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka. Pero, con motivo del Día Internacional en contra de la LGTBIfobia, que se conmemora mañana, lo rescata Gehitu, asociación de lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales de Euskadi. La plataforma pone el acento en el aumento, sí, pero también en la «persecución» de este tipo de denuncias. Y advierten del «llamativo contraste» entre la cifra de denuncias y la de las personas imputadas: «solo 43».
La organización hace hincapié en que «la mayoría» de las agresiones estaban relacionadas con delitos «especialmente graves», entre los que se encontraban «34 lesiones, 15 coacciones y 10 amenazas». Los incidentes relacionados con la orientación o la identidad sexual son los segundos con más peso, por detrás de los que están vinculados al racismo (231).
Desde Gehitu entienden que «la Fiscalía podría ser más eficaz en el ejercicio de sus funciones», ya que es una institución «clave para la persecución de los delitos de odio y el impulso de las investigaciones y los procedimientos judiciales». En ese sentido, reclaman «una mayor eficacia» de este organismo.
Mejora de servicios y herramientas
La asociación advierte además que «Euskadi es una de las pocas comunidades autónomas que no posee una ley de protección integral para las personas LGBTI», aunque sí existe una normativa específica para las personas trans. De ahí que insistan en la necesidad de que «se apruebe» una regulación que debe «atender», tanto en el terreno «preventivo como reactivo», a las «especificidades de las infracciones de derechos fundamentales» del colectivo. También reclaman «una mejora de los servicios públicos de atención», así como de las herramientas «en el campo del trabajo en pro de valores culturales y sociales de respeto».