19 de diciembre, 2024
SWI.- Siete hombres, la mayoría integrantes de una misma familia, irán a juicio en Ecuador por presuntamente someter a la fuerza a uno de sus parientes a una llamada ‘terapia de conversión’, después de que este manifestase que quería transitar de género, según anunció la Fiscalía ecuatoriana en un comunicado.
Los acusados serán juzgados por un presunto delito de actos de odio en estos hechos acontecidos en el año 2021 en Chone, ciudad de Manabí, una provincia de la costa central de Ecuador.
«La víctima fue secuestrada por sus familiares y llevada a la fuerza a una ‘clínica de rehabilitación’, donde se pretendió seguir un proceso para ‘quitarle’ su preferencia sexual (deshomosexualización)», de acuerdo al Ministerio Público.
Al salir del lugar donde estuvo retenido en contra de su voluntad, la víctima presentó una denuncia en la que detalló los maltratos y vejámenes sufridos por parte de sus hermanos, primos y allegados.
En la audiencia preparatoria de juicio, el fiscal del caso presentó como elementos de convicción las versiones de la víctima y de los procesados, el informe investigativo y las valoraciones médicas, psicológica y de entorno social practicadas al afectado.
Los acusados, de ser hallados culpables en el juicio, enfrentarán una pena de entre uno a tres años de cárcel, según está contemplado dentro del código penal ecuatoriano por actos de odio.
Las llamadas «terapias de conversión» tienen como supuesto objetivo transformar a una persona homosexual en una persona heterosexual, y a una persona trans o de género diverso en una persona cisgénero (una persona cuya identidad de género corresponde a su sexo registrado).
Estos procesos sin base científica alguna incluyen en ocasiones exorcismos, violencia psicológica e incluso en ocasiones violaciones.
De acuerdo a un informe del Experto Independiente de la ONU sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, «las terapias de conversión» son profundamente dañinas al basarse en la idea médicamente falsa de que las personas LGTBIQ+ están enfermas.
Especialistas en salud y derechos humanos han condenado la ‘terapia de conversión’ por causar graves trastornos psicológicos y en 2012 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que dichas terapias no tenían justificación médica y representaban una grave amenaza para la salud y los derechos humanos.
Las personas que se identifican como parte del colectivo LGTBIQ+ y se han sometido a ‘terapias de conversión’ tienen más probabilidades de experimentar problemas de salud mental, según un estudio conjunto de varias universidades estadounidenses publicado en septiembre en la revista ‘The Lancet Psychiatry’.