El Periódico.- La cultura es inherente a la humanidad; poder expresarla y disfrutarla es un derecho humano y una de nuestras libertades fundamentales. A pesar de que todas las culturas, diversas y siempre dinámicas, son fruto y se nutren del intercambio y de las influencias de otras sociedades, la falta de reconocimiento y respeto por la diversidad cultural ha originado muchos de los conflictos que el mundo ha sufrido a lo largo de su historia. Relatos de discriminación cultural a menudo acompañan las historias de vida de muchas de las personas que han tenido que migrar lejos de su lugar de origen – incluyendo niños, niñas y adolescentes migrantes sin referentes familiares.
Con motivo del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, desde Save the Children organizamos una jornada de actividades culturales y lúdicas en Sabadell con el objetivo de fomentar la inclusión, la participación y la convivencia de los niños y adolescentes migrantes en su comunidad de acogida, y así reivindicar los derechos de la infancia y el diálogo intercultural para promover la justicia global.
Más de 50 jóvenes de tres centros de protección de Barcelona, l’Hospitalet y Sabadell participaron en el evento. Un evento abierto a todo el mundo con actividades participativas en el que también pudieron sumarse los paseantes y habitantes de la plaza de la Sardana.
A través de un taller de «Basketbeat», una actividad educativa, colectiva, corporal y artística, los jóvenes generaron un espacio de nuevas formas de relación social a través de dinámicas grupales y experiencias musicales. Durante toda la jornada, los participantes fueron creando la escultura efímera de los «Derechos y Diálogo», un mural compuesto por graffitis realizados colectivamente con la ayuda de un artista de Sabadell. También se invitó a los jóvenes y paseantes a escribir o dibujar en columnas dispuestas en la plaza lo que significa para ellos términos como «Bienvenida», «Justicia», «Igualdad», «Sueños», «Diálogo» o «Diversidad». Además, una DJ amenizó la jornada con dos sesiones basada en tradiciones musicales y estilos de todo el mundo. A través de ellas, los jóvenes descubrieron cómo funcionan los instrumentos de mezcla y mezclaron ellos mismos las canciones que les gusta. Una jornada que contó con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament.
Estos jóvenes participan en un proyecto piloto que implementa Save the Children sobre protección integral para la infancia migrante sin referentes familiares financiado por la Secretaría de Estado de Derechos Sociales. Una iniciativa que tiene como objetivo promover cambios sistémicos mediante la creación de herramientas y conocimiento, que permitan mitigar a largo plazo las violencias y discriminaciones que sufren los niños, niñas y adolescentes que migran solos. Porque para muchos de ellos migrar no es una decisión sino una exigencia y no podemos permitir que la sombra del estigma les aceche para siempre.