Las fotos de la vergüenza: una treintena de franquistas vuelven a desafiar la Ley de Memoria con un mitin en Huesca

Público/Danilo Albin.- El Movimiento Católico Español, investigado por el Gobierno a raíz de los actos de exaltación de la dictadura realizados el pasado 20 de noviembre en Madrid, celebró el sábado un encuentro en Alcubierre.


Militantes franquistas durante el acto celebrado el pasado sábado en Alcubierre (Huesca).  MOVIMIENTO CATÓLICO ESPAÑOL

La ultraderecha franquista ha decidido poner a prueba los límites de la nueva Ley de Memoria Democrática. Tras convertirse en uno de los primeros grupos investigados por una posible vulneración de esta nueva normativa –que establece multas a quienes realicen apología de la dictadura–, el Movimiento Católico Español (MCE) ha vuelto a homenajear al régimen a plena luz del día.

El nuevo acto de exaltación franquista ha tenido lugar en Alcubierre (Huesca), donde aún pervive un monolito en homenaje a los falangistas que murieron allí en el marco de la guerra civil. Se trata de uno de los puntos de exaltación franquista que la ultraderecha mantiene en su calendario y al que cada año acuden decenas de militantes con banderas franquistas y falangistas, todo ello aderezado con las palabras de un sacerdote y las estrofas del «Cara al Sol».

Esa misma escena se repitió el pasado sábado, aunque esta vez con un telón de fondo diferente: se trata del primer homenaje franquista en Alcubierre tras la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática.

Fiel a su tradición, el MCE ha difundido varias fotos de la jornada. En las imágenes se aprecian a la treintena de asistentes con enseñas franquistas y brazos en alto. «Banderas al viento, brazos en alto, gargantas acongojadas, ánimo decidido, espíritu alerta, la mirada clara y lejos, el alma tranquila…», dice el grupo que lidera José Luis Corral en su crónica.

En su discurso, Corral reivindicó que en la guerra civil «no hubo dos bandos iguales. Hubo buenos y hubo malos». Aseguró que «en un bando se rezaba y en el otro se blasfemaba», e incluso sostuvo que «unos eran valientes hasta el heroísmo», mientras que «los otros eran cobardes hasta el extremo más ridículo». «Los rojos se mataron entre sí como perros rabiosos», dijo poco después.

Definió al comunismo como «azote satánico». «Frente a esas fuerzas del mal se enfrentaron los nuestros. Nosotros somos España. Nosotros somos la España que no ha muerto, que sigue viva. Por eso enarbolamos estas banderas», afirmó.

Corral, que en otro momento de su intervención llamó a los miembros del Gobierno «hijos de Satanás», no se quedó ahí. «La victoria será nuestra cuando lo merezca este pueblo, que ahora no lo merece. Ahora merece lo que tiene, que sus hijos sean drogados y sus hijas violadas, hechas unas prostitutas», sostuvo.

«No nos avergonzamos de nada porque no tenemos nada de qué avergonzarnos», agregó. «Orgullosos, ondeamos nuestras banderas», remató.