El Correo.- El encuentro entre el Toulouse y el Nantes de la Ligue 1 vive marcado entre la polémica homófoba e incidentes de seguridad que han llevado a retrasar su inicio. Primero, cinco jugadores del Toulouse, reciente campeón de la Copa de Francia, se han negado a disputar el partido de liga de este domingo porque se usarán camisetas con un arcoíris en todos los encuentros de la jornada en la Ligue 1 y Ligue 2. Se trata de una iniciativa de la Liga francesa que ya ha tenido lugar otros años y que busca, durante una jornada, que el fútbol profesional participe en el Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia, que se celebra el próximo día 17. La campaña de este año lleva como lema «Gays o heterosexuales, todos usamos la misma camiseta».
o es la única negativa de este fin de semana. Este sábado, Donatiens Gomis, central del Guingamp de la segunda división francesa tampoco fue incluido en la lista para viajar a Sochaux al negarse a vestir la camiseta arcoíris. El año pasado, el entonces jugador del París Saint-Germain Idrissa Gueye rechazó jugar el partido con la camiseta con los colores de la bandera LGTBI+ por sus «convicciones religiosas». Un gesto que no gustó mucho ni a sus compañeros, ni al club, que reiteró su compromiso en la lucha contra cualquier tipo de discriminación.
El encuentro estaba programado para las tres de la tarde, dentro de la 35ª jornada de la Ligue 1. Sin embargo, los servicios de seguridad del estadio han recibido una alerta de bomba en la grada visitante, en la que se han encontrado diferente material pirotécnico. «Tras un operativo de seguridad en marcha en las gradas del estadio, el inicio del partido se retrasa a las 16:30. El acceso a las gradas debería ser posible a partir de las 15:30 horas.
Las actividades en la explanada siguen siendo accesibles», ha comunicado el club de Occitania. El encuentro de liga Toulouse-Nantes de hoy supone la revancha de la final de la Copa de Francia del pasado 29 de abril, que el primer equipo ganó por un contundente 5-1 y está marcado por fuertes medidas de seguridad ante la delicada situación de los visitantes, en puestos de descenso.