RTVE.- Vueling se enfrenta a una multa de 30.000 euros por obligar a sus azafatas a llevar tacones y maquillarse.
La Inspección de Trabajo de la Generalitat propone una sanción de 30.000 euros a Vueling por una «infracción muy grave» al obligar a sus azafatas a llevar tacones y maquillarse, mientras que a sus compañeros solo les requiere «un aspecto limpio y arreglado», según ha podido confirmar RTVE.
Las exigencias en la vestimenta entran en detalles como la altura de los tacones, que debe estar entre 5 y 8 centímetros. Antes de cada turno, las tripulantes de cabina de Vueling tienen que maquillarse con una base de su tono de piel y aplicarse rímel en las pestañas, que solo puede ser negro, tal y como ha adelantado El Periódico.
Las normas van más allá y especifican que no pueden llevar extensiones de pestañas «de longitud o aspecto artificial», sombras de ojos que no sean de tonalidades claras o marrón, y si se pintan los labios, tiene que ser de un tono discreto.
Ellos, limpios y arreglados
Los requisitos para los hombres que trabajan como asistentes de vuelo en la low cost de IAG se limitan a requerir «un aspecto limpio y arreglado«. Vueling no fija qué zapatos tienen que usar, ni si tienen que maquillarse.
La diferencia de criterio entre lo que se exige a los varones y a las mujeres llevó al sindicato Stavla a denunciar a la aerolínea ante Treball, que considerada que Vueling puede conseguir una imagen corporativa «de manera menos onerosa y más equilibrada, sin afectar a los derechos fundamentales de los trabajadores.»
Vueling ha señalado en un comunicado que está revisando su guía de estilo trabajando en una imagen inclusiva desde hace más de un año. «Siempre recogemos las preocupaciones de nuestros colectivos y analizamos conjuntamente su implementación», han indicado.
Cambios en la guía de estilo
El objetivo de la compañía es «garantizar su comodidad y seguridad en cualquier entorno. De hecho, la guía de estilo se elaboró con la aprobación de los representantes de los colectivos de tripulantes», apuntan.
La aerolínea de bajo coste sostiene que «algunas de las sugerencias por parte de los tripulantes se han ido incorporando progresivamente. Un ejemplo de ello es la revisión de la guía en referencia al uso de maquillaje, en la cual actualmente no existe distinción de género ni obligatoriedad alguna».
La diligencia abierta por la Inspección de Trabajo, que sigue su curso legal, incluye una propuesta de sanción que, por lo tanto, aún no es firme, y la compañía tiene el derecho a presentar alegaciones, algo que Vueling está estudiando.