Europa Press Catalunya.- El hombre se exculpa y una testigo respalda la versión de la acusación.
La mujer que denunció al conductor de autobús de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) juzgado este martes por un presunto delito de odio –que él niega– al supuestamente tirarle del velo y gritarle expresiones racistas ha declarado en el juicio que el hombre la «miraba con asco» cuando ella, antes del incidente, trataba de explicarle por qué la tarjeta de transporte de una de sus hijas no funcionaba.
Durante el juicio en la sección 3 de la Audiencia de Barcelona, ha explicado que durante ese trayecto, del 29 de mayo de 2020, el conductor «hablaba todo el rato, decía comentarios racistas» contra ella, su hijo y sus dos hijas –los tres menores–, por lo que decidió bajar antes de su destino.
«Bajamos del autobús y me intentó tirar del pañuelo. Intentaba hacerme una foto, me llamaba puta, zorra… A mí me daba miedo», y ha contado que sus hijas se pusieron a su alrededor para protegerla y el conductor –que también se había bajado del bus– las agarraba y forcejeaba con ellas para apartarlas y poderla fotografiar con el móvil, y por las heridas que sufrieron el hombre también está acusado de tres delitos de leves de lesiones.
En el juicio ha declarado la hija mayor, que también ha contado que el hombre les «hizo comentarios racistas como ‘iros a vuestro país’, ‘venís a vivir del cuento’» y que, antes de que su madre decidiera apearse, el conductor había ordenado que bajara del bus quien no tuviera billete mientras las miraba, ha señalado, con cara de odio.
«NO LA TOQUÉ A ELLA NI A SUS HIJOS»
En cambio, el acusado ha negado que las incitara a bajarse del bus, que hiciera comentarios racistas ni que forcejeara con nadie: «No la toqué a ella ni a sus hijos».
Según él, la mujer «se tomó mal» que él le avisara de que su tarjeta de transporte estaba caducada –ella ha explicado que no pudo renovarla por la pandemia– y por eso afirma que, cuando ya se había bajado del bus, ella supuestamente le hizo un gesto amenazante a través de la ventanilla, simulando cortarse el cuello.
Ha justificado que entonces bajó del vehículo para fotografiarla y así poder identificarla para una eventual denuncia por amenazas, que nunca presentó, y ha recalcado que solo estuvo en la calle «unos 40 segundos».
TESTIGO
Sin embargo, una testigo –que caminando por Passeig de Sant Joan los vio ya bajados del autobús– ha explicado que vio como el conductor «fue directo hacia la mujer y lo primero que hizo es agredirla físicamente, intentó cogerle el móvil y la insultó. Empezó a decirle cosas racistas directamente».
La testigo ha afirmado que «el hombre estaba fuera de si, había odio en este hombre, estaba agrediendo a esta gente porque eran de origen árabe o musulmán», y lo vio forcejear con los menores.
HASTA 1 AÑO Y 9 MESES
Por estos hechos, la Fiscalía ha pedido condenar al hombre a 10 meses de cárcel y multa de 4.950 euros, mientras que la acusación particular reclama una condena de un año y nueve meses de prisión.
TMB está acusada como responsable civil subsidiaria y en el juicio su abogada ha remarcado que se trata de un hecho aislado, que «no puede aminorar el servicio» que da.
La empresa se ha desresponsabilizado de lo que ocurrió fuera del autobús porque el conductor, en ese momento, ya no estaba «desarrollando las funciones concretas de su labor de conducción», y ha pedido la absolución como responsable civil subsidiaria.