Canarias7.- Joana Cabrera, coordinadora del Servicio TransCan, niega la existencia de un «boom» de cambio de género en edades tempranas
Según datos de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) de 2020, en España, el 42% de las personas LGTBI se han sentido discriminadas en el último año. Las cifras de Transgender Europe con respecto a las personas trans señalan que en 28,7% de las personas trans se han sentido maltratadas por los servicios públicos de salud. Pero el acoso empieza antes, en la escuela y, sorprendentemente, «en Primaria» asegura la coordinadora de la Unidad de Acompañamiento de las Personas Trans (TransCan) de la Sanidad canaria, Joana Cabrera. Su «impresión», asegura, es que «por lo menos uno de cada tres escolares ha sufrido acoso» y lo que llama la atención es que se da más en la etapa escolar de Primaria.
Cabrera, que participó ayer en una mesa redonda en el I Foro ReEducación en San Bartolomé de Tirajana, explica que lejos de lo que se podría pensar, que el acoso escolar se da más en Secundaria «porque es esa etapa tontorrona» de la preadolescencia, se produce antes y es «cuando el daño es más grave porque es la etapa de la construcción de la autoestima. Los compañeros y compañeras se burlan de ti porque llevas gafas, tienes vitiligo o porque tiene un modelo de familia X o porque eres trans. También en ese momento hace mucho daño. Lo importante es poner el foco en educación en valores desde Primaria», asegura. De hecho, la experta no pone el foco en las familias, «eso sería un error», sino en el entorno social y cultural, los valores que se transmiten en los medios de comunicación, la música, las actitudes en la calle…
En el Servicio TransCan «tengo muchísimas personas usuarias que son adolescentes e infantes y los entornos de estas criaturitas es el entorno educativo», matiza Cabrera, de ahí que se aborde «si están sufriendo acoso, si eso afecta a su salud mental por la transfobia. Por eso es importante educar en la diversidad desde temprana edad y que tengan referentes», añade.
Más personas trans
Preguntada por lo que algunas voces críticas llaman «boom de la transexualidad», comparándola casi a una moda, Cabrera explica que el hecho de que ahora más personas reconozcan su transexualidad tiene que ver con el apoyo que reciben de las familias, «evidentemente hace 50 años sabías que esto te llevaba a un posible riesgo de cárcel o a una paliza, a la exclusión social, a no tener derecho al trabajo. Han sido mujeres y muy valientes las que han abierto este camino cuando era poner en riesgo decir que eres trans. Pero desde hace una década las familias con menores trans han hecho mucha fuerza para que se visibilice, para dejar constancia de que están a su lado para que puedan ser felices y tengan derechos. Luchan y luchan con todas sus fuerzas y eso se ha notado. También ha cambiado la forma en la que entendemos el servicio de acompañamiento, han cambiado las legislaciones y esto ha permitido que no se sientan solas que van a tener que buscarse la vida y hacer un tránsito con fármacos del mercado negro o trabajar en espacios no seguros… Ese tipo de cosas ya no ocurren. Hay mayor visibilidad, aceptación y sensibilización para atender a las personas trans en igualdad».