DiarioSur.- «Me llamó marimacho y me pateó»: Denuncia una posible agresión homófoba en la Feria de Torremolinos.
María (22 años) había ido con su novia y con otras dos amigas a disfrutar de la feria de Torremolinos. Eran las siete de la mañana del domingo y estaban haciendo tiempo para coger el tren de vuelta a casa. Pero donde acabó fue en el hospital.
Un joven al que no conocía de nada le lanzó una copa y, cuando ella se lo recriminó, la llamó «marimacho» y la tiró al suelo de un empujón, según la denuncia de la víctima, a la que ha tenido acceso este periódico. En la caída, María (es nombre ficticio) se golpeó la nuca con un bordillo y quedó inconsciente. Eso no detuvo al agresor, quien, al parecer, siguió dándole patadas y puñetazos cuando estaba inerte en el suelo, siempre según su versión.
María no puede saberlo con certeza, pero cuando piensa en cómo se desarrollaron los hechos, no puede evitar ver un componente homófobo en la agresión. Su madre, que ha querido denunciar el caso en las páginas de SUR, también tiene la misma sospecha.
Ya habían cerrado todas las casetas y el grupo de chicas se sentó junto a la atracción ‘La rana saltarina’, en la zona de los carricoches, para esperar a que llegara el tren. María tenía a Andrea (no es su nombre real) agarrada de la cintura, en actitud cariñosa, y se cogían de la mano mientras charlaban con sus amigas.
En esas, apareció un chico joven que parecía estar bastante borracho y lanzó al aire una copa. El líquido le cayó sobre todo a María, que quedó empapada, y también le mojó el pelo a Andrea. «No sé si lo hizo adrede y nos lo quiso lanzar a nosotras, pero yo sí me di cuenta de que el niño me estaba mirando», explica la denunciante.
La joven asegura que lo único que le dijo fue que tuviera cuidado con la copa, que la había mojado entera. Según ella, el chico reaccionó de un modo agresivo y le soltó: «¿Tú qué me vas a decir a mí, marimacho?».
María sostiene que el joven repitió varias veces esa expresión en un tono claramente despectivo. «Yo visto de una manera más masculina que Andrea, por eso pienso que pudo ser más homofobia hacia mí que hacia ella».
Al escuchar que repetía una y otra vez la palabra «marimacho», siempre según su relato de los hechos, Andrea reconoce que se exaltó y le preguntó si tenía algún problema y le dijo que tuviera cuidado con sus palabras. Según ella, el individuo le respondió: «No te pongas chula conmigo que ahí está mi novia y la llamo ahora mismo».
Y lo hizo. La novia del joven acudió y, sin mediar palabra, supuestamente se abalanzó sobre Andrea, iniciándose una pelea entre ambas. María y las otras dos amigas se metieron a separar, según sostiene la denunciante. «Entonces, él me dio un empujón y me tiró hacia atrás. Ahí fue cuando me golpeé en el bordillo».
Ella no recuerda absolutamente nada de lo que sucedió después, porque se quedó inconsciente durante unos minutos. El relato se basa únicamente en lo que le contaron cuando recuperó el conocimiento. Ni siquiera Andrea lo vio, porque se estaba peleando en esos momentos, ni tampoco sus dos amigas, que seguían intentando separarlas.
A María la socorrieron -y le contaron lo sucedido- unos chicos que, según ella, acudieron impresionados al escuchar el golpe seco que la joven se dio contra el bordillo. «Me dijeron que había sonado muy fuerte y que vieron cómo el agresor me daba puñetazos y patadas en el suelo».
Cuando llegó la policía, todos salieron corriendo, a excepción de María. A ella la trasladaron a un centro de salud y de ahí la derivaron al Hospital Regional de Málaga, donde le hicieron numerosas pruebas, entre ellas un TAC.
Una vez que los médicos descartaron lesiones internas en el cráneo, María pidió el alta voluntaria y se fue a casa (aún sigue teniendo dolor de cabeza), aunque ese mismo día acudió a la comisaría de Torremolinos-Benalmádena para denunciar lo ocurrido.
Según la chica, el agresor aún no ha sido localizado. Ella lo recuerda como un joven más o menos de su estatura (1,65), con un incipiente bigote, de ojos marrones y muy delgado, con el pelo negro, rapado, aunque con mechas rubias. Le dio la impresión de que era magrebí.