El País.- Una granada en un domicilio en Empuriabrava destapó al presunto terrorista, que está ingresado en el CIE de Zona Franca a la espera de ser expulsado.
Los Mossos d’Esquadra han informado de la detención de un hombre, el pasado viernes, acusado de autoadoctrinarse con la intención de atentar en Cataluña, antes de viajar a países en conflicto. Estaba en un “avanzado proceso de radicalización con convicción y propósito de atentar”, asegura la policía catalana a través de una nota de prensa. El hombre ha sido ingresado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zona Franca, a la espera de ser expulsado a Marruecos por amenazar la seguridad nacional.
La investigación, bautizada como caso Mortero, arrancó en mayo, después de que la policía hallase una granada de la guerra civil en un domicilio en Empuriabrava (Girona). Después de que los artificieros (Tedax) recogiesen el arma antigua, identificaron a las personas que ocupaban el domicilio. La investigación acreditó que un hombre había comprado la granada, otras armas blancas y una de fuego simulada, según los Mossos.
A partir de ese momento, la policía sometió a un control y vigilancia al individuo. La investigación concluyó que había “cambiado su actitud”, que estaba “más agresivo”, así como “su aspecto físico” y se “manifestaba a favor de organizaciones terroristas yihadistas”. El detenido tenía la voluntad de cometer una acción violenta en Cataluña antes de irse a países en conflicto, según los Mossos.
El hombre está acusado de un delito de autocapacitación y adoctrinamiento terrorista mediante el consumo de propaganda yihadista, sobre todo relacionada con el martirio, indica la policía. Los Mossos afirman que además llevaba a cabo un “intenso proceso de difusión masiva” de esos contenidos y mensajes yihadistas a terceras personas “a las que animaba a cometer acciones violentas”.
Después de ser detenido por orden del juzgado central de instrucción 2 de la Audiencia central de instrucción 2 de la Audiencia Nacional , en coordinación con la Fiscalía, el hombre fue trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca. Allí está a la espera de su expulsión, con un proceso administrativo abierto por amenazar la seguridad nacional.