El Gobierno británico tomará medidas ante el aumento de delitos de odio después de la victoria del Brexit en el referéndum. Así lo ha comunicado la ministra del Interior, Amber Rudd, que ha anunciado una campaña de concienciación y una revisión de cómo las fuerzas de seguridad responden a las denuncias sobre este tipo de crímenes. Entre el 15 de junio y el 15 de julio, ha habido 6.293 denuncias por delitos de odio en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Solo el fin de semana posterior al referéndum del 23 de junio, tras una campaña en la que los partidarios de abandonar la UE prometieron “recuperar el control” de la inmigración, el número de denuncias aumentó un 57%.
“En los días siguientes al referéndum, algunos nacionales europeos han sido objeto de abuso y representantes de otras comunidades étnicas han denunciado ansiedad por un clima de creciente hostilidad contra las personas identificadas como extranjeras. Es demasiado pronto para estar seguros de cuán generalizado es el problema, pero la tendencia es preocupante”, explica la ministra Amber Rudd, en el plan de acción de 40 páginas que ha publicado este martes.
Los datos aportados por la policía muestran un aumento de los delitos de odio en las semanas siguientes al referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE, el pasado 23 de junio, que vino precedido de una campaña extremadamente divisoria en la que el control sobre la inmigración se convirtió en el centro del debate. El pico se alcanzó el 25 de junio, el día después de conocerse la victoria del Brexit, en el que se produjeron 289 denuncias. En la primera quincena de julio se produjeron 3.001 denuncias, un 20% más que en el mismo periodo del año anterior.
El tipo delictivo más frecuente ha sido el de violencia contra las personas, que incluye acoso, asalto, abuso verbal o escupir. Los ataques han sido especialmente recurrentes contra la comunidad polaca, el grupo más numeroso de extranjeros residentes en Reino Unido, provocando incluso una queja de la Embajada polaca en Londres. El fin de semana posterior al referéndum fue atacado un centro cultural polaco del oeste de Londres. Y en Huntingdon, en el centro de Inglaterra, se distribuyeron cartas anónimas en viviendas y escuelas con las palabras “no más plaga polaca”.
También se produjo una pintada xenófoba en la entrada de un colegio español de Londres. A través de las redes sociales, se han denunciado centenares de agresiones a extranjeros o ciudadanos no blancos desde la victoria delBrexit en el referéndum.
El plan de acción presentado por la ministra del Interior incluye medidas para animar a las víctimas a que denuncien, a través de la creación de centros de denuncia independientes y ajenos a las comisarias policiales. Además, se pide a los fiscales que soliciten penas más severas para los agresores y, en respuesta a las preocupaciones expresadas por diferentes líderes religiosos, se destinarán 2,4 millones de libras (2,8 millones de euros) a mejorar las medidas de seguridad en sinagogas, mezquitas, iglesias y otros lugares de culto.
La ministra ha anunciado una especial atención a las escuelas. Los datos policiales revelan que, en el 10% de las denuncias por delitos de odio motivados por creencias religiosas, y en el 8% de las denuncias por racismo, las víctimas son menores de edad. “Trabajaremos para proporcionar a los jóvenes y a los profesores las herramientas para combatir el odio y el prejuicio”, establece el plan.
El Pais