Un grupo de hombres enmascarados y vestidos de negro, cientos según varios medios locales, recorrieron las calles de Estocolmo el viernes por la noche repartiendo panfletos amenazando con atacar inmigrantes y refugiados. Entre otros lugares, irrumpieron en la Estación Central de la capital sueca. En concreto, los panfletos amenazaban y exaltaban la violencia contra los menores refugiados no acompañados, según fuentes policiales, que añaden que se han realizado dos detenciones hasta ahora.
El diario sueco Aftombladet precisa que los miembros de esta banda portaban brazaletes y recoge varios testimonios del ataque en la estación. «Vi al menos a tres personas que fueron agredidas. No era un reyerta por el fútbol ni nada similar. Iban a por los inmigrantes. Yo estaba muy asustada y escapé», aseguraba una testigo al citado diario.
Este episodio pone de relieve las crecientes tensiones raciales con la inmigración y la crisis de refugiados como telón de fondo en un país de diez millones de habitantes que ha recibido 163.000 solicitantes de asilo sólo en 2015. El ataque se produce días después de que una trabajadora de 22 años fue asesinada a puñaladas en un centro de menores de solicitantes de asilo no acompañados en el suroeste Suecia.
La policía aseguró en un comunicado que un hombre fue detenido por golpear a un agente en la cara y otro por portar un puño americano, aunque no está totalmente definido el alcance de estas agresiones xenófobas. Los testigos hablan de «bandas de hooligans» vinculadas a equipos de fútbol locales.
La Policía ha confirmado que el contenido de los folletos que repartían era el mismo que el publicado en distintas redes y medios durante los últimos días. «Cuando las calles suecas ya no son seguras para los suecos, es nuestro DEBER solucionar el problema…Por lo tanto, hoy, 200 hombres suecos nos hemos reunido para hacer una declaración contra estos niños de la calle del norte de África que se agrupan alrededor de la Estación Central de la capital», dicen las octavillas. «La policía ha demostrado sobradamente que carece de los medios para controlarlos y ya no vemos más alternativa que impartir nosotros mismos el castigo que se merecen» ahora vemos otra alternativa que para nosotros para impartir el castigo que se merecen», continúa.
Las últimas encuestas realizadas muestran que el Partido Socialdemócrata sueco, actualmente al frente del Gobierno, tiene el menor respaldo de la ciudadanía de los último 50 años, debido principalmente a su gestión de la crisis de refugiados.
En un intento de recuperar la confianza, el Ejecutivo sueco afirmó esta semana que se ha mostrado favorable a deportar a entre 60.000 y 80.000 de los solicitantes de asilo del año pasado. Sin embargo, esa cifra es similar en términos porcentuales a los rechazos de solicitudes de asilo realizados en años anteriores, cuando los números eran mucho menores, por lo que parte de la población y la oposición conservadora critican la postura.
Más de 35.000 menores no acompañados solicitaron asilo en Suecia el año pasado, más o menos la mitad de ellos registrado con una edad de entre 16 y 17 años. Más de 23.000 menores no acompañados eran de Afganistán. Esta semana, el jefe de la Policía Nacional del país pidió al Gobierno más fondos y más agentes a raíz de la crisis migratoria.
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