El partido fue suspendido después de que los fanáticos holandeses lanzaran un plátano hinchable al jugador Gervinho, nacido en Costa de Marfil y talismán del equipo de Roma.
En el minuto 54 un jugador del Feyenoord fue expulsado, lo que provocó nuevos disturbios y el lanzamiento de bengalas.
El juego fue posteriormente suspendido por más de veinte minutos.
El partido de ida entre los dos equipos también vio numerosos incidentes entre los aficionados rivales, dando lugar a una serie de lesiones y 33 arrestos.