A pesar de la actual crisis económica, financiera y ahora social que golpea a la Unión Europea desde 2008, se ha mantenido como el área más próspera de la economía global, siendo responsable del 25% de la riqueza generada actualmente en mundo. Aún así, 1 de cada 4 ciudadanos de la UE vive o está en riesgo de pobreza. El siguiente 50% no está particularmente bien, sólo sobrevive por encima de la línea de flotación.
El próximo Parlamento Europeo, que será elegido en mayo de 2014, tendrá un rol crucial en cuanto a la reducción de las desigualdades que enfrentan sus ciudadanos y residentes. Entre estos hay minorías étnicas e inmigrantes que frecuentemente enfrentan discriminación múltiple: origen étnico, nacionalidad, estatus social, ingresos, género y edad.
La Red Europea contra el Racismo (ENAR) ha establecido 7 peticiones clave para una Europa con mayor igualdad dirigida a los futuros Miembros del Parlamento Europeo. Los principales miembros del Parlamento Europeo han aprobado ya las solicitudes porque están convencidos de que van a dar lugar a una mejor Europa, más igualitaria y también porque las peticiones son sólidas, concretas y alcanzables.
Comenzando con las básicas, pedimos a los partidos abrir sus listas y las estructuras de decisión a las minorías étnicas y a los inmigrantes. La lucha contra los discursos y políticas tóxicas y xenófobas, así como contra la discriminación estructural debe empezar en casa. Necesitamos un Parlamento Europeo más diverso. Como mínimo, el próximo Parlamento Europeo y sus grupos políticos debería contratar profesionales de comunidades minoritarias.
«Si no eres contado, no cuentas»: combatir la discriminación comienza por conocer su magnitud. Hoy, solo tenemos datos fiables y comparables a nivel europeo en lo referente a sexo y edad. Se necesita más. Hay 6 motivos de discriminación contemplados en los tratados de la UE y 17 en la Carta de los Derechos Fundamentales – hay mucho por mejorar en la recolección y análisis de datos acerca de discriminación en Europa. Los grupos étnicos y religiosos quieren contar y usar esos datos para solicitar a los gobiernos contar en sus acciones. Esos 60 millones de europeas merecen justicia.
La violencia racista tiene múltiples efectos en las víctimas individuales, pero también en sus familias y comunidades. Ellos no son escogidos como víctimas al azar, sino por quienes son. El Parlamento Europeo tiene el rol crucial de hacer que la Comisión Europea y los Estados miembro apoyen a las víctimas en la búsqueda de reparación y para evitar la revictimización.
La igualdad en el empleo no es solo cuestión de prevenir que la discriminación suceda. También se trata de garantizar el lugar de trabajo para las necesidades de una fuerza laboral cada vez más diversa. La buena gestión de la diversidad en el trabajo se traducirá en el desarrollo del potencial de los trabajadores, la retención de empleados, un ambiente de trabajo seguro y una mejor conciliación laboral y familiar.
La adopción del marco europeo de estrategias nacionales de integración del pueblo gitano demostró la voluntad política de la UE para luchar contra la discriminación en contra de la principal minoría étnica del continente. Negros europeos, descendientes de africanos, musulmanes y judíos necesitan beneficiarse de estrategias similares que aseguren su inclusión social y su protección contra la discriminación, y por lo tanto contribuyan a reducir la pobreza y la exclusión en Europa.
Finalmente, solicitamos que el intergrupo del Parlamento Europeo sobre Anti-racismo y Diversidad. Esto asegurará que los eurodiputados comprometidos con la igualdad tengan una plataforma para expresar y hacer frente a los desafíos relacionados con la desigualdad y la discriminación.
Estas 7 peticiones pueden contribuir a dar un salto adelante hacia la igualdad en Europa. El tiempo para el compromiso ha llegado. El futuro de una Europa diversa y flexible está en juego: animamos a los partidos y a candidatos individuales a que las apoyen e incorporen en sus propios programas ahora y después de las elecciones.