Más de 8.000 personas han tomado las calles de Moscú para participar en una marcha nacionalista con motivo del Día de la Unidad del Pueblo. Protestan contra los inmigrantes a los que acusan de elevar la tasa de criminalidad y robar los puestos de trabajo a los ciudadanos rusos.
La policía ha detenido a varias personas después de que centenares de activistas rompieran cordones policiales y se dispersaran por ese barrio en el sudeste de Moscú, según las grabaciones de vídeo difundidas por el canal de televisión Dozhd. También ha habido detenido por usar símbolos nazis prohibidos.
El canal también ha informado de que varios nacionalistas rompieron coches y agredieron a inmigrantes, mayormente procedentes de Cáucaso, cerca de la estación del metro Liublinó.
Muchos manifestantes, desde lo más jovenes hasta los más mayores, han portado banderas imperiales rusas y un grupo ha mostrado una pancarta que rezaba «Jóvenes contra la tolerancia».
Disturbios étnicos
La policía capitalina ha aumentado estos días su presencia en las calles tras los mayores disturbios étnicos provocados por el asesinato de un joven ruso por un oriundo de Azerbaiyán hace dos semanas en el distrito Biryuliovo de Moscú. La policía realizó entonces redadas masivas de inmigrantes.
«Después de lo que ocurrió en Biryuliovo no podía no venir. Quiero vivir en un país donde los inmigrantes sean tratados como invitados, no donde ellos tengan su propio lugar», asegura María, una estudiante de 15 años.
El nacionalismo y la xenofobia han ganado visibilidad en Rusia tras la caída de la Unión Soviética y se alimenta con la desconfianza hacia los inmigrantes que han llegado por millones a Rusia desde las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central y regiones de mayoría musulmana del Caúcaso.
Las llamadas «marchas rusas», que cuentan con el permiso de las autoridades, se celebran tradicionalmente el Día de la Unidad del Pueblo y su lema principal es exigir la expulsión de inmigrantes ilegales del país. Hasta un 40% rusos ven con buenos ojos esta marcha, según una encuesta citada por el correponsal de TVE en Rusia, Carlos Franganillo.
Fortaleza de la extrema derecha
La acción más numerosa ha sido en Liublinó, donde según la policía capitalina participaron alrededor de 8.000 personas. Pero ha habido manifestaciones nacionalistas similares en varias ciudades del país.
Este año las marchas han sido más multitudinarias que en años anteriores, un signo del crecimiento de las fuerzas políticas de extrema derecha y un problema para las autoridades rusas, que ven cómo las tensiones étnicas amenazan el orden público.
El Día de la Unidad del Pueblo fue instituida como fiesta en 2005 por el presidente ruso, Vladímir Putin, para recordar la liberación de Moscú y de los invasores polacos en 1612 y sustituir así la abolida fiesta de la Revolución de Octubre que era el 7 de noviembre.
Un informe de la ONU del pasado septiembre señala que Rusia tiene cerca de 11 millones de migrantes. La agencia estatal de noticias RIA Novosti, sin embargo, indica que, según el Servicio Federal de Migración, solo alrededor de 718.000 de ellos tienen permiso de residencia.
Moscú se acaba de despertar, y los rusos solo ahora han empezado a reconocer su identidad», ha afirmado Alexander Belov, uno de los organizaciones de la marcha. «Cada día los nacionalistas rusos están ganando más y más apoyo en todo el país», ha añadido en declaraciones a la agencia Reuters.