04 de noviembre, 2024
ABC.- Alrededor de media docena de integrantes de una banda latina salieron de ‘caza’ la noche del viernes por Ciudad Lineal y acuchillaron de manera salvaje a dos jóvenes, uno de ellos de 16 años, en las inmediaciones del parque de Ascao y en el vecino barrio de La Elipa. Se trata de una zona del distrito en constante disputa entre los Dominican Don’t Play (DDP), el grupo dominante en la zona, y sus rivales más recalcitrantes, los Trinitarios. La comisaría ha dado parte del atestado a la Brigada Provincial de Información, que cuenta con expertos en pandilleros.
El primer aviso a la Policía Nacional y a la Municipal llegó a las 21.23 horas. Alertaba de una reyerta en la calle de Gutierre de Cetina, 87, con machetes, catanas y cuchillos jamoneros. Cuando se dirigían al lugar, los comisionaron en el parque de Ascao, cerca del número 32, porque en el interior había un joven apuñalado. Los agentes fueron rápidamente y prestaron los primeros auxilios al herido, que estaba siendo ayudado por un amigo en la llamada «zona de la fuente», según los datos recogidos por ABC.
La víctima sangraba abundantemente, estaba en posición decúbito supino, sin camiseta, con una gorra de los Chicago Bulls y con dos heridas: una en el bíceps derecho y la segunda en el costado del mismo lado, así como contusiones y arañazos en la espalda. Los funcionarios le taponaron las lesiones para evitar una pérdida masiva de sangre y, mientras estaba consciente, preguntaron al chico, dominicano de 22 años, por lo sucedido: «Ha sido un grupo de jóvenes latinos. Iban vestidos de negro, encapuchados, y uno tenía una gorra oscura con tonos naranjas». Agregó que le habían atacado con machetes, catanas y una navaja mariposa pequeña. Luego, huyeron por las calles cercanas, a la carrera.
Al llegar el Samur, los actuantes aprovecharon para entrevistarse con el amigo de la víctima, un compatriota de 19 años y vecino también de la zona. Afirmó que ambos estaban con otros tres o cuatro amigos más sentados en un banco cuando vieron llegar a seis o siete pandilleros que se les quedaron mirando, hasta que sacaron las armas blancas de entre sus ropas. Todos salieron a la carrera, excepto el herido, al que tiraron al suelo, golpearon y la emprendieron a cuchilladas con él. Luego, el amigo se dio la vuelta para ayudarlo, aunque ninguno de los dos quiso aportar más datos ni colaborar. Los sanitarios trasladaron al lesionado al hospital Gregorio Marañón. Fueron escoltados por un convoy de Policía Nacional y Policía Municipal.
Los agentes dieron batidas, en busca de los sospechosos. Tuvieron conocimiento de que antes, sobre las ocho de la tarde, se había producido otra reyerta en el Metro de García Noblejas (línea 7), muy cercano, en sentido Simancas. Hubo que cortar la línea porque estaban agrediéndose dos grupos en el andén, donde se localizó un cuchillo y también, por las cámaras, podía verse a un joven con la misma gorra que llevaba el después agredido. Los investigadores sospechan que ambos sucesos están conectados.
Un machete de 30 centímetros
Mientras buscaban a los pandilleros por Ascao, hallaron un machete con empuñadura roja y de 30 centímetros de largo, en la calle de Gutierre de Cetina con la de Achuri. Entonces, entró otro aviso: había un segundo apuñalado, a la altura de la calle de Gerardo Cordón, 51. Se trataba de un menor de 16 años, también dominicano. En el lugar, los policías se encontraron a un grupo de personas que auxiliaba a la víctima, quien sangraba por el abdomen, en el lado derecho de la pelvis, y por la pierna y el brazo izquierdos.
Los uniformados taponaron las heridas con un parche hemostático y también le aplicaron gasas, tras rajarle el pantalón vaquero, y ver otra cuchillada en la rodilla. Le mantuvieron consciente, pues comenzaba a presentar signos de hipotermia por la pérdida de sangre, así que le taparon con una manta térmica hasta que llegó el Samur. También apareció la madre de la víctima, muy nerviosa.
Un amigo explicó que se acababa de despedir de él cuando los pandilleros le agarraron y le metieron en el parque y comenzaron a golpearle con correas y a darle machetazos. Identificó a uno de los agresores como Nico, vestido de blanco y una altura de 1,60 metros. Otros testigos añadieron que iban encapuchados, de negro, con pañuelos en las caras, como los de Ascao.